- El uso de la computadora nos hace más eficientes
Con apenas 62 años de existencia, la computación es considerada una ciencia bebé y en consecuencia cambia con gran celeridad, lo que conlleva a que el tiempo de vida de un concepto en computación sea de cinco años, es decir, cada lustro la mitad de lo que sabemos ya no sirve.
La velocidad de este cambio es producto de nuevos descubrimientos, tecnologías, artefactos, conceptos, áreas, técnicas y servicios muchas de las cuales serán más longevas y perdurarán vigorosas en la segunda década del tercer milenio, como lo son el análisis de imágenes y rostros, la aparición de las bodegas y la minería de datos, interfaces naturales y la capacidad de interactuar con los seres humanos, se harán cada vez más comunes.
Para el Dr. Luis Alberto Pineda Cortés, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, para que los entes de un conglomerado urbano puedan mejorar su eficiencia y productividad, deben modificar la forma de llevar a cabo sus actividades cotidianas, a fin de explotar los recursos de la computación y la comunicación digital.
Este objetivo, asegura, requiere de cambiar procedimientos, costumbres y algunas leyes o reglamentos, diseñados por un aparato burocrático que no ha tenido experiencia en el manejo de la información digital.
En su artículo “Ciudad Digital, Ciudad Inteligente”, publicado en la Revista Ciencia de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), sostiene que un modo de vivir más fácil en una urbe es modificar el modo de llevar a cabo nuestras actividades, incorporando el manejo de la información digital y computación, con lo que se lograría que los movimientos de quienes habitamos las grandes ciudades, se agilicen y se tornen más eficientes.
Puntualiza que residir en una aglomeración urbana facilita las labores de las personas, pero al mismo tiempo, por inercia, costumbre o reglas burocráticas, se continúan usando métodos arcaicos de interacción, diseñados en las épocas en las que viajar era rápido y barato, cuando la vida era más descansada y no se necesitaba “huir del ruido”.
El también investigador del Centro de Investigación en Computo (CIC) del Instituto Politécnico Nacional, sostiene que parte de nuestras actividades cotidianas, pueden agilizarse o hacerse más eficientes, mediante el uso de la computadora que resulta más barata y la transmisión de información es casi gratis.
Pagar, hacer trámites, actuaciones ante una autoridad judicial, ir de compras, aprender, enseñar e incluso votar, son actividades que se pueden hacer mediante una computadora.
El especialista resalta que la concentración de personas crecerá –actualmente hay más de 6 mil 80 millones de personas en el mundo, de ellos 112 millones son mexicanos, y mil 300 millones chinos–, pero el planeta no lo hará por lo que viviremos más apretados.
Asegura que si se logra cambiar nuestra manera de interactuar con otros entes en la urbe, aprovechando las ventajas de la computación y la tecnología digital, nuestra eficiencia crecerá, mientras que el estrés y el consumo de energía bajarán, al igual que la contaminación ambiental que provocamos, por lo que se tendrá más tiempo para el ocio.
Es verdad que se están implementando algunos cambios en las ciudades utilizando nuevas tecnologías, pero también es muy cierto que vienen acompañados de la misma burocracia y técnicas antiguas, lo que impide el verdadero desarrollo tecnológico.