Desde hace cuatro décadas México y Japón llevan a cabo el Intercambio de Estancias Técnicas de Alto Nivel con las que se han capacitado cerca de cuatro mil 500 becados nacionales y japoneses. Es el caso de indígenas de Chiapas, quienes perfeccionaron en el país asiático la técnica para tostar café, y estudiantes en agrobiotecnología lograron producir sorgo resistente a herbicida.
Mientras tanto, los orientales han venido a México para estudiar danzas tradicionales mexicanas, literatura, folklor, música, lenguas autóctonas y arquitectura, entre otras áreas con el fin de difundirlas en su nación.
En el marco del festejo del 40 Aniversario del intercambio de estancias entre ambas naciones, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) en México organizaron una serie de actividades en donde se presentó una breve muestra de los trabajos que se han realizado durante las estancias de los becados en ambos países, así como la presentación de las generaciones 39 y 40 de alumnos que forman parte del programa.
Al respecto, el licenciado Naoki Kamijo, director general de JICA en México dijo que la asociación debe estar basada en el entorno que rodea a México y Japón en un contexto local, con una visión global.
“México está avanzando, ya no es un país receptor de ayuda extranjera, sino una nación que contribuye al desarrollo socio-económico en la región latinoamericana y el mundo”, dijo.
En su turno, el doctor Enrique Villa Rivera, director del Conacyt, indicó que este programa ha cumplido con su propósito de ampliar la colaboración de estos países y promover el desarrollo de las capacidades humanas e institucionales.
“México y Japón son dos naciones con una larga tradición de cooperación científica y técnica. Japón, por medio de JICA, patrocina 50 becarios anualmente, recíprocamente Conacyt beca a la misma cantidad de personas en diferentes áreas del conocimiento, cultura y costumbres”, detalló.
Añadió Villa Rivera que en estos 40 años la relación entre ambas naciones es más estrecha y transita hacia sociedades basadas en el conocimiento, que tienen su fundamento en la ciencia, la tecnología e innovación para trazar el futuro de los próximos 40 años.
Los becarios mexicanos que han participado en el Intercambio de Estancias Técnicas de Alto Nivel se han especializado en temas como sustentabilidad, agropecuario, fomento a la ciencia, tecnología e innovación, propiedad intelectual y cambio climático, entre otros. Durante un año de estancia en Japón regresan al país a poner en práctica sus proyectos.
Y un caso específico de la colaboración entre ambas naciones es el proyecto que el profesor Junichi Yamamoto realiza en colaboración con indígenas chiapanecos, quienes gracias al apoyo de JICA perfeccionaron el tostado de café de Chiapas, y localizaron el problema de comercialización.
Con la especialización, esta comunidad mexicana formó tres cooperativas que venden el café en ambas naciones. “Vimos una necesidad local y aplicamos una estrategia global para darle valor agregado al café de Chiapas, y ahora es un éxito”, señaló Yamamoto.
Fuente: Agencia ID
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