Los países con mayor crecimiento son aquellos que han apostado por la economía del conocimiento. Lamentablemente, México aún se encuentra en los suburbios de este nuevo orden mundial, aseguró el doctor Juan Ramón de la Fuente Ramírez durante su participación en la Semana de la Innovación de Philips, en Expo Bancomer.
Al respecto, señaló que la puerta de entrada a la sociedad del conocimiento es la educación, por lo que es indispensable mejorar el sistema educativo nacional. De tal forma que los niños y jóvenes aprendan a pensar y resolver problemas, en vez de memorizar, pues “si no hay recursos humanos preparados y capacitados, no importa cuánto dinero y tecnología haya, no podrán usarse para el desarrollo”.
Para crear una economía competitiva es indispensable concentrar los esfuerzos en pilares básicos como salud, educación, disponibilidad tecnológica, innovación e infraestructura. Sin embargo, en México no ha ocurrido así; ya que según el Índice Global de la Competitividad se mantiene en el lugar 73, mientras que otras naciones latinoamericanas que han destinado mayores recursos a la investigación han crecido más.
Juan Ramón de la Fuente
Asimismo, apuntó que es indispensable reconceptualizar la ciencia, de tal manera que no se conciba como un elemento exclusivo de los “puros”; ya que los beneficios que resulten de su ejercicio deben llegar a toda la población.
De la Fuente comentó que la investigación juega un papel preponderante en esta nueva concepción de desarrollo, ya que es la encargada de transformar la inversión en conocimiento. Empero, puntualizó que a pesar de que la investigación nacional es de calidad, aún es insuficiente.
En esta tónica, agregó que la educación es el ámbito encargado de transmitir el conocimiento; mientras que la innovación lo transforma en bienes y servicios que sean socialmente valiosos y comercialmente exitosos.
De la Fuente Ramírez precisó que estos tres ejes están íntimamente relacionados, por lo que no puede concebirse uno sin otro. En función de ello, es indispensable que cada vez se les asignen mayores recursos.
Según el ex secretario de Salud, en los países en vías de desarrollo, la inversión en investigación y desarrollo es baja. El ideal, acotó el psiquiatra, es asignar 5.9 o 6 por ciento del Producto Interno Bruto. Cifra que contrasta con la realidad de México, donde el presupuesto del ramo no llega ni al punto porcentual.
Aunque los países con mayores ingresos son lo que destinan más a investigación, México debería cambiar este paradigma e invertir más en investigación e innovación, pese a que se cuenten con pocos ingresos.
El miembro del Consejo y Junta de Gobierno la Universidad de las Naciones Unidas precisó que la investigación y la innovación no son una responsabilidad exclusiva del Estado, sino que el sector empresarial también debe invertir más.
Fuente: Agencia ID
IMPORTANTE:
Sí: El usuario podrá preguntar, felicitar, realizar críticas constructivas y/o contribuir con opiniones relevantes en el campo de la ingeniería e infraestructura.
No: Molestar, intimidar o acosar de ninguna manera.Tampoco utilizará el espacio para la promoción de productos o servicios comerciales, así como de cualquier actividad que pueda ser calificada como SPAM.
Para saber más consulta los Términos de Uso de INGENET.