El iris es el rasgo más exacto en seguridad biométrica, no hay huella dactilar ni rostro que sea tan “exacto” como dicha membrana. Con el fin de hacer más precisa la identificación personal, la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Culhuacán, propone incluir a las venas esclerales para tener mayor certeza en la prueba.
Las venas esclerales están al lado del iris, en la parte blanca del ojo, sus características en ocasiones se notan más y a veces menos, pero conservan la misma configuración. Lo que propone esta dependencia del Instituto Politécnico Nacional (IPN) es incluir un sistema que analiza estas venas a fin sumarla a la biometría de iris y tener una mejor precisión en este tipo de prueba.
Este trabajo de investigación lo dirige el doctor Gualberto Aguilar Torres, de la ESIME Culhuacán, explicó en entrevista que las venas esclerales no van a sustituir la biometría con iris. “Proponemos robustecer la identificación de personas, aprovechar la captura de imagen que se toma al ojo”.
Este trabajo de identificación personal de venas esclerales se realiza mediante una ecualización previa para mejorar la imagen.
“El proceso de reconocimiento es similar a lo que se hace con las huellas dactilares, en las que se localizan las terminaciones o bifurcaciones y a partir de ellas se realiza el reconocimiento. Por ejemplo, si localizamos 10 o 15 puntos analizamos cómo se comporta cada uno con respecto a todos y generamos una plantilla”, indicó.
En la plantilla se introduce a un clasificador con el fin de identificar o verificar a la persona. Hasta la fecha esta prueba se ha realizado en cien personas, de cada una de ellas se tomaron 20 imágenes, y el resultado es que cada individuo tiene una configuración distinta.
Una vez corroboradas que las características y rasgos de la venas esclerales son únicas en cada persona, los investigadores del IPN van acercarse con algún fabricante de pruebas biométricas para proponerles añadir a los equipos de captura de iris la de venas esclerales para que automáticamente se haga un reconocimiento de ambas.
Una de las principales desventajas que presenta la biometría con respecto a los métodos convencionales es la variabilidad intra-usuario, es decir, es casi imposible tomar dos muestras iguales de un mismo rostro o una huella, debido a que en las tomas del rostro puede variar la luz, el ángulo, la expresión, entre otras características y en huellas pudiera ser que en una ocasión se apretó más el dedo que en otra y se marcaron otras líneas.
Existen también algunas formas de poder vulnerar un sistema biométrico por ejemplo, es posible generar huellas por medio de silicón y capturarlas en un dispositivo óptico.
Respecto a rostro puede engañarse a una cámara si se coloca la foto de la persona porque no tiene mayor información para saber si en realidad es una persona, y en el caso del iris puede ocurrir la misma situación, en donde puede colocarse una imagen en perfecta resolución y decir que se trataba de la membrana de un humano.
“La propuesta central es contar con una biometría robusta, primero consiste en un reconocimiento con iris, si el sistema me dice que la persona sí es, seguimos con las venas esclerales, si en ambos procesos me confirma que es el mismo individuo hay mayor seguridad”, dijo el especialista del IPN.
Hasta la fecha las pruebas a nivel laboratorio se han llevado a cabo con una computadora convencional, por lo que no es necesario un gran equipo.
Fuente: Agencia ID
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