En estos tiempos en donde una de las prioridades es mejorar el uso de la energía, el mundo se ha aventurado a buscar en lugares nunca pensados nuevas alternativas para la recuperación de energía en sus diferentes formas, y una de ellas es el calor. La conversión de calor en electricidad resulta ser un proceso interesante; si en un área cerrada existe una fuente de calor, el aire del interior se expandirá y aumentará la presión. El aire caliente presurizado será liberado produciendo un sonido con una frecuencia constante. Para finalizar el proceso, las ondas sonoras pasan por un material piezoeléctrico que transforma las ondas de presión en electricidad. Si la onda de presión es bien dirigida, es más fácil de extraer energía de ella.
Los esfuerzos en el mundo por avanzar en esta área son prometedores y aquí en México no es la excepción. Investigadores del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM están trabajando en nuevas aplicaciones del sonido a partir de la acústica física. “La acústica física se refiere a los fenómenos en los que un efecto físico genera sonido, como la termoacústica, que es la conversión del calor en ondas de sonido”, señaló Ricardo Ruiz Boullosa, uno de los científicos que conforman el equipo.
Los universitarios trabajan también con una máquina termoacústica que transforma la luz solar en sonido. Está formada por un tubo de vidrio pyrex, que concentra los rayos solares en cierta región llamada foco, además consta de una pieza de cerámica, la cual actúa como generador y que finalmente es el que produce el sonido.
La eficiencia de esta tecnología hasta el momento no es capaz de proveer de energía a los hogares; sin embargo, es posible instalar esta tecnología en fuentes como las computadoras, los televisores o los refrigeradores a fin de recuperar el calor generado y regresarlo al sistema.
Los vehículos utilizan un 25 % de la energía que el motor del mismo genera y un 60% es derramada por el escape. Esto lo tiene muy claro un grupo de ingenieros y científicos estadounidenses liderados por Joseph Hemenans, quienes han logrado avanzar en el desarrollo de un nuevo material que podría aprovechar el calor perdido y convertirlo en energía.
Este equipo afirma haber generado un material nuevo, el cual, mediante la aplicación de calor incrementa la velocidad y movimiento de los electrones traduciéndose en un flujo de estas partículas.
Las formas de pensar para crear nuevas alternativas de aprovechamiento energético son inimaginables, por ello es necesario observar nuestro entorno, preguntarnos sobre cada aspecto que vemos y escuchamos, inclusive si no es posible, plantear paradigmas, generar ideas y concluir con nuevo conocimiento.
Por David Salazar Rangel del CTIN
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