Es un clásico salir a la calle y darse cuenta que el celular no tiene batería suficiente para que te rinda en el día, pero aún cuando se te olvidó el cargador ¿Qué pasaría si en un futuro no sea necesario contar con los dichosos cables y estar cargando con ellos para revivir tu teléfono?
En la Universidad de Berkeley, California, en conjunto con la Universidad de Stanford, desde hace algunos años están desarrollando nanogeneradores, cuyas propiedades piezoeléctricas permiten convertir energía mecánica a eléctrica. Es decir; con movimientos, presiones o deformaciones del material se puede conseguir corriente eléctrica.
Estos pequeños nanogeneradores tienen diámetros tan pequeños como de 500 nanómetros, o 100 veces más delgados que un cabello humano. Los desarrolladores han ajustado las nanofibras generando salidas eléctricas en un rango de 5 a 30 milivolts y de 0.5 a 3 nanoampers.
Esta tecnología puede tener muchos alcances, uno de los más destacados es la inserción de estos nanogeneradores en la ropa y algunos textiles. Con la inclusión de estos sistemas se podrían generar prendas inteligentes con la capacidad de manipular y sostener sistemas electrónicos además de poder cargarlos a través de movimientos naturales del ser humano.
En cuanto a los precios de estas prendas, podrían ser como todo producto innovador, es decir, al alcance de unos pocos. Sin embargo, debido a que las nanofibras de los generadores están hechas con Polifluoruro de Vinilideno (PVDF) los costos no serían tan grandes, ya que estos elementos son relativamente fáciles y baratos de manufacturar. Una ventaja de las nanofibras es que por ser de un tamaño tan pequeño, no habría un cambio en el confort perceptible.
Los estudios relacionados con las nanofibras no es nada nuevo, desde hace años se han investigado aplicaciones de éstas y se han logrado realizar nuevos materiales a partir de ellos así como sistemas electrónicos diminutos. En el área de la energía han mostrado ser elementos muy alta conductividad y con la capacidad de ser portables en otros materiales. Incluso fuera del área de la tecnología, a macroescala podemos ver que ya hay en el mercado hilos conductivos, esto puede complementar las nuevas tecnologías en el momento de la aplicación.
En un futuro no muy lejano podríamos ver esta tecnología incorporada a nuestras prendas, no debería sorprendernos dejar de cargar el iPod, reloj, incluso nuestro teléfono móvil, pues podrían ser prendas tan equipadas que en la misma tela pudiéramos contar con estos dispositivos, incluso tener sistemas para cargar nuestros dispositivos electrónicos.
Además, en el caso del sector energético podría disminuir la demanda de corriente eléctrica. También, realizar actividades deportivas dejaría de ser para sólo consumir energía y convertirse en un medio bidireccional energético.
Por Osvaldo Romero Jaimes del CTIN
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