El científico mexicano es considerado uno de los más reputados investigadores de estos animales.
Rodrigo Medellín Legorreta (biólogo capitalino, de 53 años de edad) recuerda que su amistad con los murciélagos derivó de su participación en el programa El gran Premio de los 64 mil pesos, muy famoso en los años 60 y conducido por el periodista Pedro Ferriz Santacruz. Su mejor recompensa fue que tras la emisión televisiva fue invitado por el Dr. Bernardo Villa, del Instituto de Biología dela UNAM, a conocer a estos mamíferos.
Su primer contacto con ellos se dio a los 12 años de edad, durante una expedición a la Cueva del Zopilote, próxima al puerto de Acapulco. Los quirópteros no le repugnaron ni le dieron miedo, pues los encontró tan vulnerables y, hasta cierto punto, graciosos, que se prometió dedicarse a estudiarlos: “Me enganché y ya no dejé el tema”.
Como resultado de su labor de más de 30 años en favor de esta especie, el científico mexicano es considerado por la comunidad internacional uno de los más reputados investigadores de estos animales y el más entusiasta promotor de su conservación. Este año, el zoólogo fue distinguido con el premio Whitley para la Naturaleza 2012, comparable a los Oscares en ciencia.
Mala prensa
Los primeros murciélagos surgieron hace más de 40 millones de años y hoy existen alrededor de 1,300 especies, de las cuales unas 138 habitan en México, explica el Dr. Medellín. Estos mamíferos —los únicos capaces de volar— están agrupados en 2 categorías, diferencias de talla, forma de los dientes y características del esqueleto: los mega-murciélagos, que habitan en zonas tropicales y comen frutas y diversos vegetales; y los micro-murciélagos, los cuales viven en todo el mundo (excepto zonas árticas y algunas islas de Oceanía), alimentándose de insectos y pequeños roedores.
Su vida es difícil porque diariamente tienen que enfrentarse a la imagen negativa que se tiene de ellos: “Son la especie más injustamente maltratada del mundo”, considera el investigador, ya que se les identifica con el mal, los vampiros, el diablo, etc., y no se toman en cuenta las tareas vitales que desempeñan: realizan la polinización de plantas y flores, son controladores de plagas y contribuyen a la dispersión de semillas, además de devorar enormes cantidades de insectos, con lo cual libran de plagas a los cultivos: —Sólo 3 especies se alimentan de sangre y muy rara vez atacan a los seres humanos, aunque en ocasiones pueden contagiar la rabia y otras enfermedades a los animales domésticos. Por desgracia, existe la creencia generalizada de que todos los murciélagos son hematófagos, de ahí el rechazo de muchas personas hacia ellos —se lamenta Medellín.
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