De primera impresión podríamos pensar que este es un artículo acerca de una nueva tecnología, aparato digital o medio de transmisión de datos; no obstante, este es un escrito que tiene más que ver con la bolsa de valores, aunque inevitablemente también tiene acercamientos con la tecnología.
Los ETFs o fondos cotizados, al igual que las acciones, cotizan en la bolsa de valores, solo que lo hacen al precio de momento, es decir, que no es necesario esperar el cierre del mercado (en realidad, podemos verlo como una mezcla entre un fondo de inversión y una acción).
Como característica fundamental y gran diferenciador encontramos que realizan su participación en mercados bursátiles electrónicos en tiempo real.
Existen diferentes tipos y categorías de los ETFs así como múltiples tipos de inversión, dentro de los que podemos mencionar:
• Sectoriales • Regionales
• Globales • De capitalización
• Monetarios • De materia prima
• De renta fija • De renta variable
• De estrategia • Apalancados
• Inversos Y un gran etcétera
Pero, ¿Qué ocurre a la hora de comprar una participación de un ETF?
La compra es equivalente a adquirir todas las acciones que conforman su índice de referencia en un único movimiento. No obstante, para facilitar y hacer más claro dicho proceso, los ETFs suelen representar la décima o centésima parte de dicho índice. Por ejemplo, si un índice está en nivel de 12,000 puntos y su ETF representa el 10%, este tendrá una cotización aproximada de 1,200 dólares (12000/10=1200). Y por si se lo preguntaban, efectivamente se trata únicamente de una aproximación ya que, para obtener el valor exacto, es necesario considerar las comisiones de gestión y depósito, comisiones de compra-venta de acciones en el mercado, dividendos que pagan las acciones e intereses de dichos dividendos.
A pesar de que los ETFs replican o reproducen a su índice de referencia, es posible obtener beneficios a partir de los distintos estilos de inversión aún inclusive cuando los mercados caen. Estos estilos son los siguientes:
➢ Tradicionales: No hay cambios. Mantienen el comportamiento de su índice de referencia.
➢ Inversos: Como su nombre lo dice invierten el comportamiento del índice de referencia. Esto los hace muy útiles cuando hay caída en el mercado.
➢ Apalancados: Estos son un poco más riesgosos (o claro, con mayor beneficio) ya que llegan a duplicar o triplicar la exposición al índice.
➢ Inversos apalancados: Evidentemente es la combinación de los inversos y los apalancados. Pueden duplicar o triplicar el valor de acuerdo al comportamiento contrario del índice.
La tecnología, por su parte, también se encuentra en constante evolución y crecimiento y por ello no es excepción en su participación con los ETFs.
Dentro de estos ETFs tecnológicos, uno de los que destaca por su clara e inminente rentabilidad es NASDAQ CEA Smartphone Index Fund (FONE), el cual está pensado como un índice que da seguimiento al desempeño de empresas dedicadas a las telecomunicaciones y, en especial, en el área de los teléfonos inteligentes.
Dato curioso adicional: Un ETF no tiene fecha de vencimiento, así que ¡a comprar!
Por Freddy Romero Espinoza del CTIN
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