En México, los altos índices de la diabetes han provocado una saturación en instituciones de salud pública, por lo que un porcentaje de los pacientes han tenido que buscar atención en hospitales privados. Esa condición llevó a un emprendedor mexicano a crear clínicas especializadas para el control de la enfermedad, que al tiempo que emplean alta tecnología reducen costos en el diagnóstico y tratamiento.
Las Clínicas del Azúcar, como se conoce el desarrollo, han logrado reunir todo lo que un paciente necesita en un sólo lugar para conseguir atención de la más alta calidad, sencilla y, además, a un costo accesible. Su fundador y director, Javier Lozano Garza, ingeniero físico industrial egresado del Tecnológico de Monterrey, explicó que lo novedoso de estas clínicas radica en el rediseño de procesos de diagnóstico de empleo tecnológico.
El ingeniero mexicano, quien realizó una estancia en la Escuela de Negocios Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en Estados Unidos), declinó ofertas de trabajo en el extranjero y decidió regresar a su país con el objetivo de enfocar sus estudios a investigar cuál sería el mejor modelo en atención a la diabetes para la población mexicana. De esta manera estableció en noviembre del 2011, las Clínicas del Azúcar, en Nuevo León.
El ahora empresario regiomontano se interesó en este problema de salud cuando, por deseos personales, vivió por un largo periodo en la Sierra Tarahumara, colaborando con proyectos sociales. “El estar enfocado en la educación y los procesos comunitarios me permitió conocer de primera mano cómo las familias enfrentan y manejan ésta y muchas enfermedades”.
El modelo desarrollado por Lozano Garza permite llegar a comunidades rurales y aisladas, donde el impacto de la diabetes es mucho mayor. ”En esas zonas más de 90 por ciento de los pacientes no puede costearse actualmente una atención de calidad”, destacó el joven.
Para formar esta clínica integral, Lozano se valió de nuevas tecnologías de software y análisis de datos, además del desarrollo de algoritmos que intentan anticipar si los pacientes se encuentran en situación de control de la enfermedad. “Con esto se puede lograr bajar más de 90 por ciento el costo del diagnóstico y reducir el tiempo del resultado de 15 días a sólo unos minutos, haciendo que muchos pacientes más puedan tener un resultado oportuno y de bajo costo”, destacó.
Otra muestra de innovación fue un proceso automatizado que logró desarrollar en las Clínicas para la detección de la retinopatía diabética (una complicación ocular debida al deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina).
Se trata de un software que detecta de manera rápida y a bajo costo si el paciente presenta riesgo de retinopatía; al analizar la información el programa facilita la toma de decisiones sobre un posible manejo.
Otro aspecto que atienden las Clínicas del Azúcar es la parte de nutrición, la cual está automatizada para que los pacientes puedan tener menús, dietas y sugerencias totalmente personalizadas y de manera automática en línea.
El emprendedor aseguró que uno de los principales beneficios de este modelo es que logra acercar un parámetro integral, pero con grandes beneficios para el paciente, ya que en estas Clínicas el enfermo ahorra más de 70 por ciento del costo y del tiempo en atención médica.
Además, afirmó que el tener muy buenos resultados en el control médico de los pacientes reduce la probabilidad de que desarrollen una complicación. Asimismo disminuye aún más los gastos para el paciente y en consecuencia el de nuestro país (se estima una inversión de más de 40 mil pesos anuales, por persona, al prevenir complicaciones).
El empresario neoleonés fue reconocido por el Premio TR35, que anualmente apoya el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) a través de su revista Technology Review. El galardón busca jóvenes innovadores mexicanos, menores de 35 años, con proyectos que tengan potencial para revolucionar el mundo de la tecnología.
Por Agencia ID.
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