Mejoran producción de camarón con probióticos

*IPN se vincula con empresarios para desarrollar tecnología de bajo costo

El Instituto Politécnico Nacional desarrolló una tecnología para producir millones de larvas de camarón, libre de patógenos específicos y eliminar la necesidad de hacer recambios de agua durante el cultivo. En la actualidad ya realiza pruebas y evaluación a nivel industrial con un corporativo nacional que produce cerca del 10 por ciento del crustáceo que se comercializa en el país.

Se trata de un probiótico que contiene fuentes de carbono y microorganismos que  en conjunto promueven beneficios en la producción larvaria del camarón. Para ello, aislaron  bacterias capaces de colonizar el tubo digestivo del crustáceo a fin de promover beneficios en su estado inmunológico y en el control de patógenos.

Esta tecnología, desarrollada en el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del IPN, a cargo del doctor Sergio Francisco Martínez Díaz, completará este año la validación comercial y la construcción de una planta piloto de producción de los  probióticos.

“Los probióticos son bacterias comúnmente utilizadas para mejorar la nutrición de los camarones de cultivo, y elevar la calidad del agua. Al ser organismos vivos no provocan daños al ecosistema ni a la producción del crustáceo, tampoco producen efectos negativos en la salud del humano como sí lo hacen los antibióticos y hormonas que se emplean con el mismo fin”. Actualmente existen en el mercado nacional diversos productos probióticos para camarón, todos ellos importados, sin embargo, son costosos y con algunos se ha demostrado que no producen los beneficios esperados.

El especialista del IPN detalló que las bacterias fueron seleccionadas porque mejoran la calidad digestiva de los camarones. Primero hicieron las pruebas in vitro, y después escalaron la tecnología en colaboración con productores, llevándose a tanques de producción a nivel industrial.

Otra de las ventajas que tiene el probiótico desarrollado en CICIMAR es que los productores no necesitan hacer recambio de agua en los tanques de cultivo, y la supervivencia del camarón es mayor al 80 por ciento del total. Con este probiótico hemos logrado la reducción –indicó el especialista del IPN– a un sólo volumen de agua, ya que antes era indispensable hacer recambios  al menos cada tres días, y de cada tres estanques que se sembraban, uno colapsaba por la proliferación de patógenos y el producto tenía que tirarse.

Este trabajo de investigación del IPN cuenta con el apoyo del Fondo Sectorial de Innovación (FINNOVA) para llevar a producción industrial completa y desarrollar la tecnología a gran escala del probiótico.

De acuerdo con el doctor Martínez Díaz, la larva del camarón que se produce con esta tecnología está libre de patógenos, y se lleva a cultivar –aparte de Baja California– a zonas de Sinaloa y Sonora, principalmente. Esta tecnología podrá ser trasladada a productores de peces y moluscos, en particular para ostión, industria que se encuentra en el mismo nivel que el camarón hace unos años, por lo que, de emplear probióticos, obtendría beneficios similares como la industria camaronera.

Por Agencia ID.