BITÁCORA

La revolución industrial en 3D

Mayo del 2013 vio surgir finalmente una pistola totalmente impresa en 3D que funciona, no se rompe, y es indetectable en Aeropuertos por su naturaleza plástica, el calibre es pequeño; pero no deja de ser una pistola.

El gobierno estadounidense ordenó que los planos, brevemente ofrecidos por internet fueran retirados coincidiendo con el acalorado debate sobre la ley de armas del país, que se vio avivado por algunos eventos anteriores involucrando armas convencionales.

Esta medida garantizará que pocas personas tengan acceso directo a estos planos, probablemente se monitoreara al estilo 1984 para tomar medidas en caso de que alguien los obtenga, sin embargo no se podrá evitar tan fácilmente que alguien diseñe otra pistola u arma, y decida no publicarlo tras ver lo sucedido con este anterior modelo.

Hay que ver las ventajas que surgen de esta serie de eventos; hay materiales, bastante económicos que permiten la impresión de circuitos eléctricos y electrónicos mediante una impresora 3D. Iniciando con la industria automotriz y sus largas opciones de catálogos para personalizar automóviles al gusto del cliente, siguiendo con aquella primera computadora de Apple que ofreció colores; la personalización ha ido tomando más y más importancia. En estos días en que está ocurriendo una nueva revolución industrial, la capacidad de tener impresoras 3d de bajo costo, alta calidad, en casa, está haciendo que la personalización alcance nuevos niveles, pronto podría darse un caso en que una persona pueda bajar una base, modelada a ciertas dimensiones, y editarlas en casa para ajustarse a la talla y tamaño del usuario.

Digamos por ejemplo, en controles para consolas de videojuegos ha habido un enorme desarrollo, sin embargo basta ver que algunos niños sufren con el tamaño de los existentes, algunos escasos casos sufren por que les queda demasiado pequeño, una impresora 3D planea la posibilidad de poder comprar solamente una tarjeta muy básica de circuitos que venga con un código para descargar de internet un modelo básico, que se puede modificar, e imprimir, tal vez con algo de prueba y error, hasta tener un control dimensionado de acuerdo al usuario.

Imagen: nextgenupdate.com/

Podría surgir un mercado para controles previamente modelados de manera personalizada, algunos ofrecidos por el fabricante de la consola, otros únicos, hechos por fans de algún artista, o simplemente con alguna innovación que les distinga de los controles tradicionales.

Nuevamente surge un problema: diseños que no funcionan, promocionados o promocionándose, y la noción falsa de que cada quien es capaz de hacerlo adecuadamente, florecerán las cosas personalizadas, pero en algunos casos eso se traducirá en problemas de salud. Es probable que ningún gobierno esté en condiciones de poder evaluar cada modelo que se producirá y las heridas o daños causados por un diseño pobre.

Otro punto a considerar es que tal vez signifique el fin o la disminución de varias industrias, la fabricación de troqueles para producción masiva podría verse afectada, al igual que la producción en masa y estandarizada, el estándar será impuesto por cada cliente para sí mismo, por un lado estamos ante un horizonte de posibilidades numerosas, aunque las consecuencias de esto aún están por definirse.

Sin embargo hay que ver lo que se nos ha expuesto: prototipos avanzados de cosas extrañas, zapatos, vestidos, fundas para celular, juguetes, instrumentos musicales… todos hechos con impresoras que distan mucho de ser económicas, las que están causando la revolución son mucho más limitadas, inyectan plástico derretido en un espacio limitado, las piezas que pueden producir son, por el momento, pequeñas.

Además el proceso que utilizan tiene características que podrían alejar los resultados de ser útiles en algunas circunstancias, son capas sobrepuestas y eso le da una fortaleza como la de un mazo de cartas, mayor al presionar, pero débil en fuerzas laterales, la unión entre capas no es impecable, además de que el acabado no es perfecto, llevar un prototipo hecho en estas máquinas a un estado utilizable puede requerir más trabajo, un rellenado con algo como el resanado base poliéster que venden en tlapalerías y ferreterías, que debe ser lijado y tal vez esto se pueda pintar, o de ahí sacar un molde, este trabajo requiere mucha paciencia.

Si el producto es utilizable tal cual sale de la impresora 3D o prototipadora rápida (siendo más técnicos en su nombre), su costo podría resultar elevado; siendo algo totalmente personalizado e imposible de hacer de otra manera, el costo tal vez no sea tan significativo, pero igualmente, los materiales utilizados no son precisamente los más accesibles.

Pero la revolución no morirá por esto, solamente será más lenta de lo que el furor reciente la hace parecer. En unos años, podremos tener máquinas que aceleren procesos.

Europa ha visto aparecer máquinas que ponen en automático adoquines sobre una calle, se habla ya de prototipos de construcción de casas, limitadas en cuanto a lo que pueden construir, pero evolucionarán, tal vez se conviertan en máquinas que reciban los ladrillos y el cemento, los coloquen automáticamente según se requiera, inserten tuberías, e instalaciones eléctricas, coloque trabes y columnas, con una precisión mayor, y en un tiempo menor a lo esperado.

Esta máquina tal vez sea del tamaño de un contenedor de carga, o dos, llegarían remolcadas por un tráiler, un poco de ensamblaje en el momento, conexión de cables, mangueras, y después: a construir. Junto con una grúa que suba los materiales que necesiten, las máquinas terminarán el trabajo y la misma grúa podría bajarlas.

Otra aplicación podrían ser máquinas que construyan otras máquinas, algunas impresoras 3d son capaces de producir las piezas que las componen, pero aquí hablaríamos de una mayor precisión, imaginemos una máquina capaz de construir el casco de un barco en una sola pieza, inyectando metal fundido, ajustándose para que la calidad del metal sea constante a pesar de cómo cambie el clima.

Imagen: atresaguas.com

Podríamos enviar máquinas así a Marte o la Luna, llegarían allá y con los limitados recursos podrían iniciar la instalación de los primeros asentamientos, para luego ser complementados con el arribo de mas máquinas y módulos prefabricados.

Esta revolución está iniciando.

Por Glenn Smith del CTIN

 

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