Sede de las competencias de ciclismo de pista en México 68, el Velódromo Olímpico “Agustín Melgar” ha sido objeto de cambios, por ejemplo, la madera africana de la pista por cemento, con el fin de mantenerlo útil para competencias. Ahora casi medio siglo después los jóvenes ciclistas siguen entrenando con las mismas bicicletas de acero de cuando fue abierto este espacio deportivo.
Las bicicletas más recientes del velódromo tienen al menos 20 años de uso y a pesar de su peso los ciclistas les cambian las llantas por unas reticulares o de aspas para disminuir la ventaja ante una bicicleta de última tecnología hecha de fibra de carbono o titanio, explicó el entrenador nacional de ciclismo, Alberto Miranda Mancera.
Para disminuir un poco la brecha entre las bicicletas tradicionales de acero y las de fibra de carbono en las competencias, los ciclistas del Velódromo Olímpico cambian únicamente las ruedas normales de rayos que cuestan alrededor de mil o dos mil pesos, por unas reticulares que por ser de titanio llegan a costar entre siete y ocho mil pesos. De esta manera se nivelan las desventajas del peso y el diseño aerodinámico de ambos vehículos.
El avance tecnológico alcanzó a la ropa de entrenamiento cuyo material de fabricación es el polipropileno, que se usa en pruebas de velocidad para cortar el viento, al igual que los cascos aerodinámicos
También hay aditamentos que recientemente fueron prohibidos por la Unión de Ciclistas Internacionales (UCI), como los cubre zapatos o las medias de compresión, cuya función era ejercer presión en ciertas partes de la pierna para acelerar la oxigenación de la sangre ofreciendo un mayor rendimiento al ciclista.
La UCI estableció parámetros en las medidas y el peso de las bicicletas de pista en competencias oficiales. El ancho de los tubos del cuadro no debe exceder los ocho centímetros de diámetro y debe llevar la estructura aerodinámica con la forma de gota. También se establecieron 6.800 kilogramos como peso mínimo. De esta manera la gente que no tiene bicicletas modernas puede seguir compitiendo con su bicicleta tradicional sin estar en tanta desventaja, comentó el entrenador nacional.
Varios ciclistas han pasado por la pista del velódromo, como la bicampeona mundial Nancy Contreras, que en sus primeros años, competió en el Velódromo Olímpico, también la medallista de plata en Atenas 2004, Belem Guerrero, utilizó el “Agustín Melgar” como centro de entrenamiento durante su etapa deportiva.
El entrenador nacional de ciclismo, Alberto Miranda, comentó que “aquí seguimos usando bicicletas tradicionales de hace más de 20 años, pero nos ayudamos con los accesorios para mejorarlas y aclaró que aunque éstas no cambien, el sistema de entrenamiento sí, porque anteriormente en México había pocos entrenadores especializados, y el adiestramiento físico se basaba al cien por ciento en la bicicleta, se iban a hacer kilómetros dos veces a la semana y ese era todo el entrenamiento.
Ahora los jóvenes que competirán en la próxima Olimpiada Nacional a celebrarse en mayo, entrenan dos sesiones diarias. Por la mañana se trabaja gimnasio y se combina con el uso de la bicicleta de ruta en la calle para el realizar ejercicio aeróbico y por la tarde en el velódromo para aumentar la potencia y la resistencia.
Por Agencia ID.
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