BITÁCORA

El individualismo en la tecnología

Todos amamos el individualismo. Es lo que nos da forma como seres humanos y evita que nos convirtamos en ovejas lavadas de cerebro ¿verdad?. El individualismo es la actitud que lleva a operar y pensar de modo independiente, con respecto a los demás o frente a normas establecidas; satisface ciertas nociones de control.

Nadie puede negar el factor individualista de esta sociedad de consumo. Los grupos urbanos en su mayoría y poco a poco los grupos rurales, se acoplan al gran mercado tecnológico de la computación, la conectividad móvil y la libertad de convertir cada aparato en un reflejo de tu persona y/o personalidad. Este nuevo siglo ha sido una explosión de variedad en la ropa que se usa, los objetos que decoran el hogar, los géneros de música, poder manipular el cuerpo con arracadas, tatuajes, maquillajes, etc. Nuestros panoramas crecen con la tecnología: los perfiles, avatares, seudónimos, blogs, estados, ubicaciones, gustos políticos, las instituciones a las que perteneces, etc. Todo para ser personalizado y abierto y a la vez mostrar en vitrina quién eres o quién quieres ser.

¿Pero qué tan libre realmente eres? “Ya no se trata de reproducir lo que se ha recibido de la generación precedente, sino de construir algo nuevo…” algo positivo. Es claro que la comunicación actual es incomparable con generaciones anteriores, y por tanto, creamos círculos sociales nuevos y más centrados al tipo de grupos que queremos pertenecer. Sin embargo el pasado sirve para definir el presente y esta pérdida de interacción física y auditiva produce así en muchos, un riesgo importante de pérdida de identidad. Los individuos deben liberarse de sus pertenencias iniciales para elegir otras nuevas; éste elemento, que constituye una de las características de las sociedades modernas, conlleva no obstante un riesgo: el de un fuerte desequilibrio de las comunidades.

De esta manera, me atrevo a decir que este nuevo individualismo tecnológico es una espada de doble filo, por un lado promovemos un aprendizaje autodidacta y el ser personas más independientes, más autosuficientes, a un intercambio de ideas y el crecimiento de todo nicho y con suerte la disminución de la ignorancia haciéndonos más permeables al control de las masas; pero por otro lado, empezamos a desconocer la pertenencia familiar, nacional, la necesidad de organización por parte de la población. Nos encerramos en esta realidad donde decidimos a quién hablarle o si es que merece nuestra atención. No somos obligados a interactuar cara a cara, y esto puede provocar la disminución en la agilidad social. Nuestros ideales son más manipulables cuando no existe unión de pensamiento. Tal vez es hora de idear una educación para encontrar el equilibro con la ayuda tecnológica entre nuestra vida virtual y la real.

Tú ¿qué opinas?

Por Carlo del CTIN

Comments are closed.

IMPORTANTE:
Sí: El usuario podrá preguntar, felicitar, realizar críticas constructivas y/o contribuir con opiniones relevantes en el campo de la ingeniería e infraestructura.
No: Molestar, intimidar o acosar de ninguna manera.Tampoco utilizará el espacio para la promoción de productos o servicios comerciales, así como de cualquier actividad que pueda ser calificada como SPAM.

Para saber más consulta los Términos de Uso de INGENET.