Seguramente, algunas veces hemos llegado a escuchar que no se deben de consumir carbohidratos después de “X p.m.”, ya que esa ingesta de carbohidratos, pasa a convertirse en tejido adiposo o graso.
Lo que se cree
La creencia popular nos dice que, mientras más cerca esté de la hora de dormir, se debe limitar la ingesta de carbohidratos: ¡Esto es falso! Los carbohidratos que se consumen por la noche no pasan a convertirse en grasa, lo que hace engordar es el total de calorías excesivas que se consumen. Un estudio realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén consistió en darles a consumir carbohidratos a 78 personas con obesidad, especialmente durante la noche en un periodo de 6 meses y los resultados causaron gran sorpresa, ya que se encontró una mayor pérdida de peso, mejora abdominal y una reducción de grasa corporal.
Además, si se hace ejercicio por la noche, es necesario ingerir carbohidratos para recuperarse correctamente y comenzar la re-síntesis de glucógeno (Carbohidratos almacenados en el cuerpo que pasa a convertirse en glucosa). La sensibilidad a la insulina es normal después de entrenar, así que está bien comer una gran cantidad de carbohidratos en ese momento sin preocuparse por el exceso. El metabolismo no se modifica en base a la hora, y no existe ningún factor que lo altere durante la noche.
Ahora, si se está siguiendo un entrenamiento, pero no es por las noches o no se está entrenando en absoluto, aun puedes ingerir carbohidratos complejos moderadamente sin preocupación, estos carbohidratos pueden ser: Arroz, cereales, papas, avena etc. También es bueno incluir alguna fuente de proteína junto con estos carbohidratos en la noche.
Estos carbohidratos se asimilan de manera más lenta y podrán mantenerte lleno durante 6-8 horas. Los carbohidratos antes de acostarse también ayudarán a reparar las proteínas musculares y ayudarán al cuerpo a sintetizarlos a almacenarlos en las células musculares, no las de grasa. Por el contrario, si se ingieren grandes cantidades carbohidratos simples por la noche como dulces o caramelos y sin una fuente de proteína, entonces los niveles de insulina posiblemente crecerán, al igual que los niveles de glucosa y no habrá nada más con que poder balancearlos, por lo que el azúcar de los carbohidratos simples se almacenará en las células de grasa.
Hay mucho más involucrado en este proceso con la insulina por lo que en lugar de verlo como un panorama en blanco y negro, hay que mantener una mente abierta y saber qué otras variables están involucradas, además hay que tener en mente que el cuerpo y el metabolismo de todos es diferente, algunos pueden manejar una mayor ingesta de carbohidratos y otros simplemente no pueden.
Lo que debemos tener muy seguro, es que la idea de “no poder ingerir carbohidratos después de “X” hora debido a que se traduce en grasa”, es totalmente falsa. Hasta el momento, no se demostrado mediante algún estudio o investigación que este mito es verdad, sino todo lo contrario. Por lo tanto no hay que temer a los carbohidratos durante la noche y no hay que cortarlos, ya que se estarían perdiendo calorías y nutrientes esenciales que el cuerpo podría asimilar.
En resumen: Los carbohidratos por la noche no producen grasa, el exceso de calorías totales en la dieta es lo que origina un aumento de grasa.
Por Eduardo Ladrón de Guevara García del CTIN
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