Hace ya 100 años de que Henry Ford, emprendedor y creador de las cadenas modernas de producción en masa, lanzara al mercado los primeros automóviles al mercado. Gracias a su manera singular de administrar y organizar dicha producción, su sistema se difundió desde finales de los treinta y hasta principios de los sesenta, conocido como Fordismo. Y además, obtuvo 161 patentes y se convirtió en una de las personas más ricas del mundo.
¿Y qué fue lo que lo llevó al éxito y a revolucionar la industria? Sin duda su automóvil Ford T, que usaba un motor de 4 cilindros de 2.9L. Originalmente se trataba de un motor que funcionaba con petróleo pero también tenía la capacidad de quemar queroseno y etanol. Producía 20 caballos de fuerza y alcanzaba hasta los 72 km/h, lo cual hacía de esta maravilla de la ingeniería un modelo sencillo, confiable y económico que también tuvo aplicaciones en la industria, la marina y el ejército; incluso se encuentra en la lista de las 10 mejores máquinas del siglo XX.
Conociendo el motor a fondo
Esta máquina tenía un carburador con un tubo Venturi y sus válvulas se controlaban de manera manual; el modelo más antiguo tenía una palanca en lugar de un pedal y el carburador no contaba con bomba de aceleramiento. El tanque de la gasolina, de capacidad de 38 litros, se montaba debajo del asiento frontal, y como el suministro de gasolina dependía de la gravedad, el automóvil no podía subir pendientes cuando había poca gasolina por lo que muchos las subían en reversa. Para 1926 el tanque se movió de lugar a una parte más elevada.
Sistema de ignición
El motor del Ford T usaba un imán para producir la corriente que se requería para producir una chispa que iniciara la combustión. Dicha corriente era distribuida por un análogo al distribuidor moderno a las bobinas, una para cada cilindro. El tiempo de ignición se ajustaba manualmente y también se podía usar una batería para producir corriente porque el imán a veces no era suficiente.
Operando un Ford T
Después de un poco de práctica no era muy difícil operar un Ford T. Existían sin embargo muchas funciones manuales, que asemejaban su manejo más al de un tractor que al de un automóvil como lo conocemos hoy en día. Su sistema de transmisión es muy diferente a la que conocemos hoy en día, pues los tres pedales que tiene no se usan de la misma forma que en los autos modernos; de hecho, un conductor moderno tendría que “desaprender” el método de conducción para poder operar el Ford T de manera correcta.
Producción
Este motor se produjo de manera continua desde el 27 de septiembre de 1908 hasta el 4 de agosto de 1941, exactamente 12,000 días, lo cual es una de las producciones de motores en serie más largas y sorprendentemente, casi no se cambiaron las especificaciones durante este periodo.
Por Claudia Ocampo.
Excelente Articulo, gracias por publicarlo.