El iPhone es un dispositivo móvil amado por muchos y odiado por otros tantos. Ya sea por la marca, por el culto que algunas personas rinden al fundador de la misma, o una simple aversión o simpatía por el funcionamiento del aparato, las opiniones entre las personas son muy diferentes, pero una cosa es segura: el iPhone llegó para revolucionar las telecomunicaciones.
A finales del mes pasado se cumplieron 6 años desde que el iPhone llegó al mercado, y la pregunta lógica de muchos seguramente es: “¿y qué ha cambiado en todo este tiempo?“. Independientemente de las bromas sobre su tamaño (hay quienes opinan que el iPhone 10 medirá un metro de largo) veamos más de cerca los cambios que han ocurrido, básica y principalmente en el interior del smartphone.
El primer iPhone fue un dispositivo que cuando salió al mercado era muy original, con interfaz táctil o touch. Actualmente ya no hay dispositivo móvil nuevo que no la tenga, por lo que ¿qué podría ofrecer Apple en sus siguientes modelos, cuando la competencia también ofrece eso? El iPhone no era muy diferente en su interior a un teléfono convencional, pero su diferencia se encuentra en el espacio para la batería, lo cual no había sido ofrecido por ningún teléfono celular anteriormente.
Más adelante, los siguientes modelos de iPhone aprovecharon mejor el espacio y concentraron la tarjeta madre y la batería a cada lado de la carcasa. Como las tarjetas más nuevas son mucho más delgadas, ello otorga casi el doble de espacio para baterías más duraderas.
Las partes que constituían a los primeros iPhones tenían el logo de Apple, pero en realidad eran fabricadas especialmente para la marca; de hecho, el procesador de aplicaciones era fabricado por Samsung. Sin embargo para el iPhone 5 la historia ya es diferente, porque la compañía ya no se conforma con chips convencionales.
Otro de los componentes que también ha cambiado con el tiempo es la memoria; en un principio se empleaban memorias flash Intel, y con el tiempo se ha ido necesitando una mayor capacidad, hasta llegar a un dispositivo e-MMC que incluye una memoria flash NAND y un microcontrolador para la interfaz del usuario.
Finalmente, la tecnología que soporta la capacidad y funciones de un dispositivo móvil como el iPhone o el iPad tiene que cambiar y mejorar constantemente, aunque no sea notorio a simple vista. Sin embargo, que en cada versión de los gadgets de Apple sea más fácil arrojar pájaros a cerdos tiene mucho qué agradecer a la innovación tecnológica.
Imágenes: iFixit
Por Claudia Ocampo.
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