La era del Atari

A principios de los ochenta una consola casera de videojuegos predominaba en los hogares, Atari 2600. Había salido al mercado en 1977, pero su verdadero éxito llegó con la nueva década, cuando Atari, Inc., propiedad de la empresa Warner Communications, logró obtener varias licencias de títulos ya populares en las arcadias o maquinitas, tales como Space Invaders, Moon Patrol y Mario Bros., sumándose a una librería que incluía Centipede, Asteroids, Combat y Missile Command. Era asombroso en ese entonces tener en la televisión de casa una experiencia similar a la de los locales especializados sin necesidad de gastar muchas monedas o tener un gabinete enorme.

A pesar de que poco antes había sido lanzada VES/Channel F, la primera consola casera con microprocesador y cartuchos de juego intercambiables, se reconoce popularmente a la 2600 con ambos méritos. Pong, tanto en versión de maquinita, como en forma de consola para el hogar, había posicionado a Atari como sinónimo de videojuegos, incluso por encima de Magnavox, los creadores de la primera consola casera. Antes de la 2600 y Channel F, los juegos venían en circuitos integrados en la máquina, por lo que su salida se considera el primer salto de generación.

Otro de los aciertos que tuvo Atari fue popularizar el joystick, su control digital y separable de la consola que presentaba un botón y una palanca que respondía en 4 direcciones, pues la mayoría de las consolas anteriores, de un solo juego, tenían “paddles” o controles con una perilla al centro que no se podían desconectar. No se necesitaba más para los títulos de ping pong o tenis, pero los nuevos que eran similares a los de las maquinitas, exigían tener también un mando parecido y que fuera intercambiable para ir acorde a lo que se fuera a jugar.

El asunto de los cartuchos trajo consigo la ventaja de cambiar de juego, pero también el problema de que otras empresas comenzaron a desarrollar y vender cartuchos para Atari 2600. Activision, compañía fundada por ex empleados de Atari, fue la primera empresa en hacerlo, inaugurando lo que se conoce como “third-party”. Aunque Atari intentó detenerlos con recursos legales, no lo logró, y finalmente llegaron a un acuerdo de regalías, quizá por eso Activision es en la actualidad una de las empresas más exitosas que publican videojuegos junto con Electronic Arts.

Por otra parte, Atari tenía la política de trabajar en equipo y no dar créditos personales, mientras que Activision prácticamente volvió autores a los creadores de juegos. Esa práctica venía desde finales de los setenta cuando bajo el mando de Nolan Bushnell, fundador de Atari, había genios trabajando de forma anónima. Por ejemplo, Steve Jobs y Steve Wozniak, los cofundadores de Apple, fueron los principales responsables de Breakout, ese juego en el que se mueve una plataforma en la parte inferior de la pantalla para rebotar una pelota y pegarle a los bloques en la parte alta.

Consolas superiores de Coleco y Mattel aparecieron, pero Atari continuó predominando gracias a buenos títulos como Pitfall o Dig Dug y convenios con tiendas; con Sears vendía una versión personalizada de la 2600. Finalmente, el auge de Atari terminó alrededor de 1984 debido a que tecnológicamente su consola quedó rezagada y muchos desarrolladores hicieron juegos de baja calidad buscando simplemente la oportunidad de negocio. Atari fue víctima de ello cuando lanzó un Pac-Man que dejaba mucho que desear al compararse con la maquinita y el juego basado en la película E.T., del que se cuenta que millones de copias sin vender se enterraron en el desierto de Nuevo México.

Por WikiMéxico.