Reducción de importaciones, nuevas fuentes de empleo e impulso al desarrollo tecnológico mexicano son algunos de los beneficios de la labor de José Antonio Altamirano Toledo, egresado de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, quien apostó por la manufactura y optimización de filtros para sistemas de aire acondicionado a un mercado dominado por compañías extranjeras.
Los materiales desarrollados por la empresa Alta Tecnología en Filtración de Aire (ATFIL), que formaron Altamirano Toledo y su padre, filtran el aire de manera absoluta, lo cual es necesario en los laboratorios donde se realizan experimentos científicos, hospitales, sector pretroquímico, empresas de envasado aséptico e industria farmacéutica.
Si bien ya están disponibles en el mercado, sólo es posible adquirirlos mediante importación; de ahí la relevancia del emprendimiento del joven mexicano.
“Utilizamos el mismo modelo de los equipos actuales, sin embargo, se fortaleció el bloque central del filtro, llamado ‘media filtrante’, al colocarle 15 por ciento más de material y esto permite un ahorro de energía y aumenta el tiempo de vida útil del producto. Asimismo, tenemos la posibilidad de fabricarlos en las dimensiones que requieran los clientes”, explica Altamirano Toledo.
Los filtros absolutos diseñados y fabricados por ATFIL ya se encuentran en el mercado. “Contamos con una estructura robusta, la aceptación ha sido muy buena y tenemos contratos con compañías paraestatales, laboratorios biológicos y farmacéuticos. Este año, proyectamos un crecimiento muy importante en las ventas, de hecho, éstas cada mes se incrementan entre 200 y 300 por ciento”, comenta el ingeniero.
Aire de alta calidad
Los filtros absolutos de aire son indispensables en lugares que requieren estancias limpias con grandes exigencias de control de calidad y usan estos equipos en campanas de flujo laminar, gabinetes terminales y manejadoras de aire.
Actualmente, la empresa ATFIL, que se incubó en InnovaUNAM, ofrece dos tipos de filtros, ambos con una eficiencia del 99.9 por ciento. Uno de ellos es HEPA (siglas de High Efficient Particle Air), dispositivo para retener partículas de 0.3 micras o mayores, y el otro ULPA (Ultra Low Penetration Air), que capta las de 0.12 micras.
“Diversos sectores, como el farmacéutico, necesitan el sistema HEPA, pero si se trabaja con virus o cepas que puedan dañar a un ser humano, se ocupan cabinas de bioseguridad con filtraciones casi del 100 por ciento, que requieren del filtro ULPA”, especifica.
Y agrega que han innovado los procesos de fabricación de los dispositivos, los cuales utilizan medios filtrantes de microfibra de vidrio, proceso que implica el uso de maquinaria totalmente automatizada y eficiente.
Los equipos han sido analizados y calibrados en la UNAM por ingenieros altamente especializados. Se realizan pruebas de integridad, velocidad y conteo de partículas, si el producto no pasa alguna, es rechazado, lo que garantiza que la empresa ofrezca productos de alta calidad probada.
Por Agencia ID.
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