* Estudio del Instituto Nacional de Salud Pública sugiere que el pediatra identifique la necesidad de estimular desarrollo motor
Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública en colaboración con el de Perinatología comprobó que los niños menores de tres años, que reciben estimulación en el hogar en el desarrollo motor tienen mejores habilidades en el aprendizaje escolar.
La doctora Erika Marcela Osorio Valencia especialista en psicología, integrante del proyecto, dijo que este estudio es el primero, desde su conocimiento, en el país, en evaluar el desarrollo motriz en los primeros años de vida de los niños y compararlo con su desarrollo cognitivo posterior en la etapa preescolar.
El proyecto se llevó a cabo en los municipios de Emiliano Zapata, Cuautla, Cuernavaca y Puente de Ixtla del estado de Morelos. Donde participaron 149 niños de tres y cinco años a los que se les evaluó en su domicilio su desarrollo cognitivo y motricidad gruesa y fina.
Osorio Valencia explicó que la motricidad gruesa comprende todo lo relacionado con el movimiento y coordinación de brazos, piernas y postura corporal.
En contraste, la motricidad fina está relacionada con la coordinación ojo-mano y la habilidad para tomar objetos pequeños. Por su parte la cognición se refiere a las habilidades del niño para la resolución de problemas, es el proceso del pensamiento.
La evaluación en el área motora consistió en hacer que el niño se parara en un pie, aventara una pelota, carrera de velocidad, dibujo y ensartado, entre otras actividades.
Mientras que para evaluar su cognición se le pedía que nombrara un grupo de palabras como la cantidad de alimentos o animales que conoce, que contara la cantidad de cubos y los agrupara, que recordara palabras o imágenes que se le mostraron entre otras actividades.
Dentro de los hallazgos del estudio, la doctora en psicología, dijo que los resultados sugieren que particularmente un buen equilibrio y una buena coordinación ojo-mano a los tres años determinan el desarrollo verbal, aritmético y de memoria a los cinco años de edad que es cuando los infantes entran a la etapa preescolar.
Mientras que la estimulación que los padres realicen con sus hijos en casa además de desarrollar sus habilidades motoras y/o cognitivas permite establecer lazos de comunicación más estrechos dentro del núcleo familiar, y por ende una mejor relación en etapas futuras del desarrollo.
Así mismo, permiten al niño desde etapas tempranas reconocer su entorno, descubrir las nociones de distancia, profundidad, tamaño, peso y textura a partir de la manipulación de los objetos.
Especificó que es muy importante que la estimulación se aplique lo antes posible y se prolongue hasta los cinco años; ya que pasada esta edad los beneficios no serán tan significativos.
Sin embargo, el objetivo no es acelerar el desarrollo forzando al niño a lograr metas para las que aún no está preparado, sino reconocer y desarrollar su potencial.
Uno de los puntos a tomar en cuenta, de acuerdo con la especialista es que el médico familiar o pediatra que atienda al niño identifique si hace falta mayor estimulación en la parte del desarrollo motor, pues son ellos los primeros en tener contacto directo en las primeras etapas después del nacimiento y junto con los padres pueden observar de cerca las habilidades que van adquiriendo.
Finalmente, señaló que una de las aportaciones del estudio fue hacer notar la importancia que tiene que el desarrollo motriz en los niños desde sus primeros años de vida para evitar problemas de aprendizaje a futuro.
Por Agencia ID.
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