¿Estudiar o trabajar? ¡Que no lo decida un volado!

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Si eres un ingeniero desempleado, seguramente ha cruzado por tu mente la idea de que tu siguiente paso podría ser obtener un trabajo o de estudiar una especialidad, lo que pase primero. Sin embargo, este tipo de decisiones no deben de tomarse a la ligera, porque tus planes y objetivos podrían verse modificados, lo cual no necesariamente es malo, pero puede resultar contraproducente si planeabas trabajar en el sector privado y terminas vendiendo algo que ni te gusta.

Por ello, no debes de echarte un volado cuando se trata de decidir cuáles son los siguientes pasos a seguir después de un evento laboral importante en tu carrera. Por ejemplo, estudiar una maestría puede no ser la mejor idea cuando no tienes un trabajo estable que te permita pagar esa maestría y es cuando debes de hacer ajustes en tus planes a futuro.

Tu carrera como ingeniero es una parte bastante grande e importante de tu vida, incluso hay quienes le dedican de 50 a 60 horas a la semana. Por eso debes de tener muy claros tus objetivos y crear un plan que te permita alcanzarlos. De otra forma, si te la pasas lanzando monedas por la vida seguramente no obtengas resultados muy satisfactorios (¿recuerdas el episodio en donde Sheldon Cooper delega sus decisiones a unos dados?).

Si no tienes aún muy claro hacia dónde dirigir tu carrera como ingeniero, puedes preguntarte a ti mismo en dónde quieres estar en uno o dos años. Y entonces viene la pregunta más importante: ¿Por qué quieres estar ahí? La respuesta podrá darte pistas para desarrollar tus siguientes movimientos, basados en lo que realmente quieres, para que dejes los volados a alguien más.

Por Claudia Ocampo.