La trayectoria del mes: Dra. Ana Elisa Silva Martínez

Este mes, iNGENET se enorgullece de presentarte a la Dra. Ana Elisa Silva Martínez, profesora de carrera en la Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Ingeniería, División de Ingeniería Civil y Geomática, Departamento de Ingeniería Sanitaria y Ambiental. Ella ha cursado Doctorado en Ingeniería (Ambiental) en la UNAM, Maestría en Ingeniería Ambiental en la UNAM, y es Ingeniera Agrónoma por la UAM-X.

Actualmente lleva 29 años ejerciendo la profesión, y recientemente trabajó en el proyecto titulado “Destilación solar asistida por evapotranspiración para desalinización de agua de mar“, del que te contaremos con más detalle esta semana. Por el momento, te compartimos su visión sobre la ingeniería en México.

¿Qué lo hizo decidirse a estudiar una ingeniería?

Es la noble profesión del cuidado y mejoramiento de las condiciones en que vive el hombre en el ambiente. Quería participar en dar solución de nuestros problemas básicos: alimentación sana y suficiente, de ahí había que colaborar en una de sus problemáticas principales: contar con agua de calidad para todas las necesidades, controlar la calidad del suelo y finalmente, superar el problema de la escasez del agua mediante la tecnología.

¿Cuál es el reto más interesante dentro de su carrera profesional que ha vivido?

Participar a comunidades marginadas de avances de la Ingeniería. Como servicio social, en los cinturones de miseria de la Ciudad de México, gracias al programa COSIES del Instituto de la Juventud, colaborando para el desazolve de canales y evitar inundaciones, fabricando sistemas hidropónicos para apoyar su alimentación. En comunidades mayas, procurando la siembra de hortalizas y producción gallinácea. Actualmente, en comunidades costeras con carencia de agua potable.

¿Qué recomendaciones podría hacerles a quienes recién están decidiendo su carrera o, quienes tienen poco tiempo ejerciendo la ingeniería?

Toda labor del ingeniero es importante y merece ser realizada con todo profesionalismo. Tenemos a cargo el bienestar y seguridad de nuestros clientes y nuestros trabajadores, por lo que no podemos escatimar en la calidad de nuestra labor y obras, desde su concepción, realización y entrega para su uso a largo plazo. Mi padre me decía: “un médico podrá culpar a un virus, cáncer o a los nervios, pero un ingeniero cargará siempre con su responsabilidad. Si su obra se cae, irá a la cárcel”.

¿Cuál es su visión de la ingeniería en México para los próximos años?

Tenemos como responsabilidad superar los rezagos que hacen creer que “es necesario que importar tecnologías para nuestro propio desarrollo”. La Ingeniería en México ha sido y deberá seguir siendo el bastión del desarrollo y líder en Latinoamérica.

¿Quién es otro ingeniero al que admire usted?

Mi Padre (QEPD) Ing. Guillermo Félix Silva García, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México de la generación de Ingenieros Civiles 1944-1948, quien fue solicitado para trabajar en Estados Unidos (St. Louis Missouri y Detroit, Michigan de 1958 a 1963) y, a su regreso, fue un gran impulsor en México del concreto pre-esforzado.

Por sus aportaciones a la Ingeniería nacional admiro al Dr. Nabor Carrillo Flores y al Ing. Heberto Castillo Martínez, a mi profesor y director de tesis el Dr. Pedro Martínez Pereda, a mi querida amiga, directora de la Sección Agua de la UNESCO la Dra. Blanca Jiménez Cisneros y a quien fue mi inspiración en el uso de la energía solar para la desalinización del agua, el Dr. José Luis Fernández Zayas.

Mención especial merece el Doctor en Ingeniería (Ambiental), Dr. Eduardo Vega González, quien no solo ha sido el compañero de mi vida, sino el impulsor a lograr mi máximo desarrollo profesional y personal posible.

¿Qué le gustaría que los ingenieros mexicanos pudieran replicar de otros países?

Me gusta que los ingenieros mexicanos defiendan orgullosamente su país, sus universidades y sus empresas.