El amor y la ciencia

Enrique Solari Swayne, en su libro De las horas perdidas escribió: “Cuando las matemáticas se enamoraron se convirtieron en música”. Si bien la Ciencia da la impresión de ser fría y poco sensible, resulta de mucha utilidad para confirmar que el amor entre dos personas ocasiona cambios de diversos tipos, ya sean biológicos, físicos, psicológicos, entre muchos otros. Dentro de estos efectos se tienen los siguientes:

Cuando una persona se enamora, su organismo revela el mismo efecto que el que origina una dosis de cocaína. La tomografía cerebral de la persona enamorada ha revelado que la zona que responde a la motivación está saturada de dopamina, una sustancia que aparece en la sangre cuando el cuerpo humano detecta la presencia de sensaciones agradables como el practicar el sexo, comer chocolates o recibir una caricia.

Por esta razón es que la frase “amor a primera vista” tiene realmente una fundamentación de tipo científico ya que los sistemas de neurotransmisores que activan el circuito del placer (como la dopamina) pueden activarse rápidamente ante una persona que resulta atractiva, produciendo una sensación de bienestar y apego. El atractivo físico, la fijación de la mirada, la simetría facial, la inteligencia en el hombre y la relación cintura-cadera y la edad en las mujeres actúan como inductores de la experiencia que podría considerarse como “un flechazo”.

El neurobiólogo Antoine Bechara detectó que el ser humano presenta un “conflicto cerebral” cuando ha terminado una relación de tipo amoroso. A pesar de que la relación haya terminado años atrás, el cerebro sigue mandando imágenes y reacciones corporales, como pueden ser las palpitaciones o dolor de estómago al ver la imagen de aquella persona que ya no está cerca o al sentir un olor que la evoque. Esto se debe a que una parte del cerebro llamada amígdala fija con mayor intensidad las situaciones atípicas y desconocidas. Mientras mayor sea la información que se haya grabado hacia ese gran afecto, más reacciones se van a seguir enviando. Por desgracia esto es difícil de controlar, por lo que resulta “doloroso” para quien lo experimenta.

Con respecto a si las matemáticas tienen algo que ver con el amor, se puede establecer que las relaciones en las que se mantiene un equilibrio llegan a ser más duraderas, de modo que ambas partes se esfuerzan tratando de no descuidar en ningún momento la relación a pesar de que la dinámica de las cosas y la inercia hacen que uno de los miembros tienda a confiarse o a trabajar menos.

Por WikiMéxico.