El cerebro sí distingue entre endulcorantes y azúcar

Puede ser que para la lengua sea más complicado distinguir entre endulcorantes y azúcar, pero lo que es un hecho es que el cerebro sí conoce la diferencia entre éstos.

Según el investigador brasileño Iván de Aráujo, el consumo de alimentos y bebidas endulzadas artificialmente, especialmente cuando la persona se encuentra cansada o hambrienta, aumenta las posibilidades de que posteriormente desee más azúcar real.

Durante el estudio realizado llevado a cabo en dicha universidad con ratones de laboratorio, se encontró que el cerebro de los roedores emite una señal particular para determinar la selección entre azúcares y edulcorantes.

Esta señal modula los niveles de dopamina, un neurotransmisor químico que forma parte del sistema de recompensa en el cerebro, y ocurre solamente cuando el organismo metaboliza el azúcar en una forma que las células puedan usar como combustible.

En el experimento, los investigadores observaron que al darle a los ratones hambrientos, es decir con bajo nivel de azúcar en la sangre, la opción entre edulcorantes artificiales y el azúcar, se mostraron mucho más interesados en el azúcar aún si el edulcorante artificial era más dulce que la solución azucarada.

Con estos resultados, los científicos concluyen que los humanos que ingieren con frecuencia productos dulces con bajo contenido de calorías, cuando tienen hambre o están cansados son más propensos a recaer y probablemente elijan alternativas con alto contenido calórico, lo cual puede impactar en su peso y salud.

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