Todo empezó como una típica tarea donde los alumnos debían realizar un proyecto para la materia de Formación Cívica y Ética, sólo que en esta ocasión el trabajo desarrollado traspasó el salón de clases. Ahora, captación pluvial, invernadero, procesador de biogás y páneles solares conviven con lápices y cuadernos.
Rodeada de cerros y cerca del volcán Xitle, a las orillas de la Ciudad de México, se encuentra la Secundaria Técnica número 120, reconocida por sus esfuerzos para ser un plantel completamente sustentable, lo cual ya le valió tres premios locales, uno nacional y uno mundial.
Todo inició con un proyecto para la clase de Formación Cívica y Ética, en donde los alumnos “teníamos que ver lo que hacía falta a nuestra comunidad y solucionarlo. Entonces en nuestra comunidad escasea mucho el agua”, de ahí que se planteó la posibilidad de hacer un sistema de captación pluvial, explicó el estudiante Néstor Gabriel Reyes Carbajal. Aunque parezca irónico, en Parres, Tlalpan, aunque llueve 10 meses al año, no tienen acceso a agua potable.
El proyecto ha sido tan exitoso que en la comunidad ya se instalaron diez recolectores de lluvia y se replicó el modelo en la primaria de la zona y el centro de salud.
En 2012, los estudiantes ganaron los concursos “De la Secu a la Antártica”, premio nacional “Amanda Rimoch” y “Escuela Verde” o Escuela Líder Ambiental.
Como premio del primer concurso, seis alumnos y un profesor viajaron a la Antártica, donde conocieron los efectos del cambio climático. Además, el año pasado, el plantel fue triunfador en nuestro continente del “Premio Zayed”, una iniciativa de los Emiratos Árabes, por el cual obtuvieron 100 mil dólares y una medalla de oro.
El dinero se ha invertido en la ampliación del sistema de captación pluvial, así como en establecer un invernadero, en procesar biogás y en la instalación de 44 paneles solares que actualmente funcionan al 80 por ciento de su capacidad con un ahorro aproximado de 60 o 70 kilowatts, lo que permite abastecer a todas las luminarias de la escuela y el 30 por ciento de la energía que consumen los equipos de cómputo u otros aparatos.
A la fecha, ya están en operación el sistema de captación de agua pluvial, la generación de energía solar, un invernadero para hortalizas -con variedades de cebolla, epazote, lechuga y jitomate- y otro más para el cultivo de hongos, y está en proceso el biodigestor.
El biodigestor es una bolsa negra hermética donde se colocan los excrementos humanos y animales -que proporcionan los agricultores de la zona-. Los alumnos deben dar masaje con las manos a la bolsa para moverla y hacer trabajar a las bacterias anaeróbicas que en dos meses producirán el biogás y el biol o abono biológico, que no es contaminante.
Estas acciones, junto con los reconocimientos obtenidos, generaron un aumento en la demanda y su población escolar ahora es de 345 alumnos. Asimismo, gente de la comunidad y de otras demarcaciones ya se acercó a la escuela para conocer las ecotecnologías que implementan en la secundaria.
Lo más importante es el aprendizaje que ha dejado en los alumnos, entre los cuales ya hay algunos que en su futuro piensan dedicarse a las ciencias ambientales, además de replicar las acciones en sus hogares y la comunidad.
Cada uno de nosotros podemos tomar este gran ejemplo y participar en el cuidado de nuestro planeta.
En el siguiente video, puedes conocer más detalles sobre esta escuela verde.
Vía UrbanDF, socio de contenido de iNGENET. Descarga la App móvil para la Cd. de México www.urban360.com.mx
IMPORTANTE:
Sí: El usuario podrá preguntar, felicitar, realizar críticas constructivas y/o contribuir con opiniones relevantes en el campo de la ingeniería e infraestructura.
No: Molestar, intimidar o acosar de ninguna manera.Tampoco utilizará el espacio para la promoción de productos o servicios comerciales, así como de cualquier actividad que pueda ser calificada como SPAM.
Para saber más consulta los Términos de Uso de INGENET.