Parece ternura, pero en realidad es necesidad; los koalas se abrazan a los troncos de los árboles para refrescarse.
Al menos así lo asegura un estudio de la Universidad de Melbourne, en Australia, en el que se utilizaron cámaras infrarrojas para descubrir que cuando hace mucho calor, los animales se mueven hacia las partes más frescas de los árboles, y además, pegan sus cuerpos a los troncos.
El grupo de investigadores que llevó a cabo este estudio, había notado que durante el invierno los koalas suelen permanecer en las copas de los árboles, cerca de las hojas de las que se alimentan, pero en los veranos, descienden a los troncos.
Al medir la temperatura de los troncos, observaron que en días de hasta 39 grados centígrados, la parte más baja de los árboles estaba hasta siete grados más fría que el aire.
Los osos koala liberan calor al contacto con los troncos de los árboles, lo que hace pensar que los árboles son utilizados como un disipador de calor.
Según la investigación, los grandes árboles tienen su propio microclima protector, que probablemente será cada vez más importante para las criaturas que habitan en las ramas a medida que aumenten las temperaturas globales.
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