El silbatazo inicial. Los orígenes del futbol mexicano

México vivía una época de aparente paz. El general Porfirio Díaz hacía tiempo que gobernaba el país y todo aquello que oliera a europeo era bien recibido en las aduanas mexicanas. La última década del siglo XIX mostraba un progreso significativo.

Los mexicanos, poco aficionados a los deportes, comenzaron a descubrir en éstos una forma de ejercitar el cuerpo, de hacerse de nuevos amigos, pasar un rato divertido, y sobre todo, matar el tiempo libre que la paz porfiriana les ponía enfrente.

Los paseos ciclistas, el tenis y el golf se convirtieron en los deportes de moda. El beisbol y el atletismo también tuvieron sus grandes espacios. Se crearon diversos complejos, academias y centros dedicados por completo al deporte, así surgió el Reforma Athletic Club en donde el cricket y el tenis eran la única atracción; el Country Club de Churubusco y el Country Club de Reforma, creado por norteamericanos, dedicaba sus instalaciones especialmente al golf y al béisbol y el Bicycle Riding School era un colegio que promovía el uso de la bicicleta y las “técnicas más modernas” para el mantenimiento de las mismas. Frente a estas perspectivas, el gusto de los mexicanos se diversificó ante las diferentes propuestas deportivas.

Que ruede el balón 

El furor ante esta nueva forma de pasar los ratos libres, trajo una invasión de productos provenientes de Europa y de los Estados Unidos. Así, llegaron por Veracruz palos de golf, de cricket, bates y pelotas de diversos tamaños y con ellos unos balones ingleses de cuero, cosidos a mano y con una agujeta o tiento que permitía mantener en el interior una cámara de vejiga de cerdo inflada.

Cuando se recibieron en la aduana estos balones solicitados por ciudadanos ingleses que residían en nuestro país, los empleados que los desembarcaron no tenían ni la menor idea de para que servían y solo se limitaron a observarlos con curiosidad. Los balones, fueron a parar a diversos colegios ingleses de la capital, ahí, se intentó con poco éxito organizar algunos encuentros, ya que no eran muchos los interesados. Se calcula que en la capital 30 o 40 muchachos (casi todos ellos estudiantes) jugaban al fútbol hacia 1896, pero no más que ese número.

Pero no solo en el Distrito Federal se practicaba el balompié, al interior de la República, en sitios de gran confluencia inglesa, sobre todo en lugares dedicados a la minería, también prendía el deporte de las patadas y sería ahí, en donde alcanzaría por vez primera la esencia de un verdadero deporte, con un club formalmente hecho y que respetaba las diferentes reglas que sobre el fútbol existían y que conocían por practicarlo en su natal Inglaterra: el Pachuca.

La minería se convirtió en el principal núcleo de actividad económica en la zona de Hidalgo y esto atrajo a un gran número de exploradores europeos que buscaban hacerse ricos de la noche a la mañana. Los mineros, casi todos de nacionalidad inglesa, gozaban al igual que todo el país de la paz porfiriana.

En Inglaterra, el deporte de moda desde hacía varios años, aún por encima del Rugby, era el fútbol. Algunos técnicos mineros lo habían practicado con devoción en sus ciudades natales en colegios como Sheffield, Cambridge o Birmingham. Algunos mineros venían de la fábrica siderúrgica Thames Ironworks que contaba con el club West Ham y también sabían mover bien el balón.

Es así, como estos trabajadores ingleses, pertenecientes a las Compañías Mineras de Santa Gertrudis, La Blanca y Real del Monte de Pachuca, deciden fundar un equipo, el primero en el país, de este deporte mágico llamado fútbol.

Los primeros balones que llegaron a México fueron pedidos directamente por la Casa Spaulding que, asentando sus reales en el centro de la ciudad de México, pretendía vender cualquier instrumento adecuado para las prácticas deportivas.

En esta primera casa deportiva en México, podía uno adquirir desde palos de golf, de cricket, pelotas y raquetas de madera para jugar el Tenis y pelotas de beisbol, bates, guantes y manoplas hasta hermosas bicicletas francesas y balones y botines ingleses que servían para practicar el fútbol asociación que tan de moda estaba por Europa y que ya había contagiado como una enfermedad virulenta por el sur de América, sobre todo en Brasil y Argentina.

Un minero de la Compañìa de Real de Monte y Pachuca de nombre William Blamey en su visita a la ciudad de México se sorprendió de que en ciertos colegios ingleses de Mixcoac y Tacubaya ya se jugaban algunos partidos de fútbol.

Ávido por disfrutar un encuentro del deporte que tanto le gustaba y que extrañaba desde su salida de las Islas Británicas, acudió a ver un partido que no reunió a más de ocho niños que divididos en dos equipos de cuatro, pateaban sin ton ni son un balón ante los gritos desesperados de su profesor que se arremangaba su sotana para tratar de explicarles cómo debían patear el esférico y la manera correcta de hacerlo.

Blamey, se informó acerca de la Casa Spaulding y sin pensarlo se dispuso a comprar uno de aquellos balones de cuero pesados como una piedra. Para su sorpresa al llegar a la 2ª. Calle de Capuchinas número 57, en donde se encontraba “la Casa del Sport” como se hacía llamar, estos habían sido ya vendidos entre diversos colegios por lo que tuvo que hacer un pedido que tardaría algunos meses en llegar.

El minero regresó a Pachuca y entusiasmado informó a sus compañeros que el fútbol había llegado a México y se propuso formar un equipo entre aquellos “hijos de la oscuridad” que pasaban casi todo el día bajo tierra. La idea gustó de sobremanera por lo que mineros y técnicos se apuntaron en la lista de Blamey. Por fin, meses después, los balones llegaron y Blamey fue por ellos a la capital. Doce dólares hubo de invertir en dos balones y aprovechó para comprar unas botas de puntera, especiales para jugar al fútbol.

Ya en Pachuca, tuvo lugar la reunión un sábado por la tarde. Elementos de las Compañías Mineras de Santa Gertrudis, La Blanca y Real del Monte formaron el primer conjunto de fútbol en forma que se tenga conocimiento en el país.

El conjunto quedó formalmente constituido con el nombre de Pachuca Athletic Club en aquella ciudad de los vientos en el mes de noviembre del año 1900 un sábado por la tarde y disputaron su primer partido formal en las primeras semanas de 1901.

La liga amateur 

Los pachuqueños sabían que conformar una verdadera liga como se estilaba en el Viejo Mundo y sobre todo en Inglaterra, sería lo ideal para el buen desarrollo del fútbol, pero la tarea no era fácil, tenían que buscar fuera de Pachuca equipos interesados en el futbol.

En la ciudad de México, en 1894 se había constituido el Reforma Athletic Club, una sociedad creada para fines deportivos y sociales. Ahí, la Colonia Inglesa acudía a escuchar recitales, jugar cricket y pasar un buen rato en los salones donde invariablemente a las cinco de la tarde tomaba el té. Hacia 1901 practicaban además del cricket, el polo y el tenis. Solo faltaba lo que se convertiría en poco tiempo como el deporte principal: el foot ball.

Los directivos del Reforma Athletic Club acogieron con cariño y gusto la idea propuesta por Blamey de crear un equipo del que consideraban el mejor deporte de Inglaterra, el que además era el deporte nacional. James Walker, A.J. Campbell, T.R. Phillips, A.T. Drysdale, F. Robertson y E.W Jackson pusieron manos a la obra de inmediato y con el antecedente de lo ocurrido en Pachuca a fines de año, conformaron su propio equipo.

En la zona que hoy en día ocupa el Deportivo Chapultepec situaron una cancha de fútbol de 120 metros de largo y 65 metros de ancho. Construyeron las porterías de madera con un par de viguetas cuadradas y un travesaño de similar forma que fueron clavados y reforzados. La red para ambas porterías se mandó traer directamente de Inglaterra.

T.R. Phillips, por aquel entonces entusiasta presidente del Reforma Athletic Club dio la patada inicial en la inauguración del campo que se realizó contra un equipo formado también en la colonia británica denominado England. Pocas semanas después, también se crearía el Scotland que representaba a la colonia escocesa y cuyos integrantes -algunos de ellos- se unieron como refuerzos al Reforma para la conformación de la primera liga en México.

A la vez que se conformaba el Reforma, un integrante del mismo club, miembro destacado, excelente golfista reconocido internacionalmente, se mostró interesado en hacer su propio equipo y conformó el British Club. Percy C. Clifford es este personaje que dedicaría su vida entera al fútbol sobresaliendo más tarde como entrenador y directivo.

El British Club fue apoyado económicamente por el Club Británico y tomó como base de entrenamientos el mismo. El British, acostumbraba vestir con elegancia inglesa antes del partido, ya que consideraban que el deporte no estaba divorciado del buen gusto, por lo que en el medio tiempo tomaban el té sentados en unas mesitas que ponían a la orilla del campo acompañados de hermosas damas.

En 1897 se fundó en la zona de San Pedro de los Pinos, el Mexican National Cricket Club, para la práctica de ese deporte, sin embargo, cuatro años después ya tenía su propio equipo de futbol. En enero de 1902, en la ciudad de Orizaba un escocés de nombre Duncan Macomish MacDonald, tintorero que trabajaba en la fábrica “El Yute” de Santa Gertrudis y que en su país era un futbolista y atleta reconocido, conformó un conjunto de fútbol entre sus compañeros ingleses y escoceses que deseaban jugar. El equipo, fue denominado con el nombre de la ciudad: Orizaba A.C.

El administrador de las fábricas de la CIDOSA, R.T. Hatirtton, gran aficionado al fútbol tomó con gusto la idea y dio permiso a todo aquel empleado que quisiera practicar en el nuevo equipo, además de impulsar al mismo con dinero y con la creación de campos de entrenamiento y de juego en la zona de Cocolapan.

Una vez conformados los cinco equipos ya mencionados: El Pachuca, el Reforma Athletic Club, el British Club, Cricket Club y el Orizaba A.C., realizaron una primera junta en julio de 1902; en septiembre quedó constituida la Liga de Foot-Ball Asociacion Amateur con un reglamento interno y se determinó que unas semanas después, el 19 de octubre en los campos del México Cricket Club, daría inicio el Primer Campeonato de Fútbol en nuestro país.

Por WikiMéxico.