Desde tiempos remotos, filósofos, naturalistas, químicos y biólogos intentan desentrañar el origen de la vida para conocer sus cualidades esenciales. Gracias a muchos científicos, hoy podemos clasificar a todos los seres vivos en diferentes grupos.
Dentro de las formas de vida, los microbios son de las más pequeñas que hay y se tratan de organismos unicelulares tan pequeños que millones pueden caber en el ojo de un alfiler. Los microbios son también la forma más antigua de vida y sin ellos no podríamos vivir en la Tierra; objeto de estudio del francés Luis Pasteur, quien se dedicó por completo al estudio de éstos en el ser humano y a cómo combatirlas.
Los microbios poseen tres características en común: realizan rápidamente su proceso de nutrición, intercambian sustancias con el exterior, alterando su composición química; y además su reproducción es muy veloz, a partir de un solo microbio en pocas horas puede crearse una población.
Precisamente son los microbios el tema principal de un singular zoológico que acaba de abrir sus puertas en Amsterdam, dedicado a estas minúsculas criaturas que constituyen dos tercios de los organismos vivos de la Tierra y son esenciales para el futuro del planeta.
Este zoológico interactivo fue imaginado por el director del zoo real de Amsterdam, Artis. Doce años y 10 millones de euros después de la concepción de la idea, “Micropia” fue inaugurado al lado de Artis.
“Los zoológico tienen tendencia a mostrar solo una parte de la naturaleza, es decir, los animales grandes”, asegura Haig Balian, director del Artis. “Nosotros queremos mostrar hoy la micronaturaleza”.
Balian afirma que la importancia de los microbios siempre se ha subestimado desde su observación en el siglo XVII por el que se considera padre de la microbiología, el holandés Antonie van Leeuwenhoek.
“Los microbios están por todas partes, por lo tanto, se necesitan microbiólogos capaces de trabajar en todos los sectores, por ejemplo en los hospitales, con la alimentación o en las industrias petrolera y farmacéutica”, argumenta.
Contrario a lo que muchos pudieran pensar, los microbios no siempre son nuestros enemigos. Los hay benignos y algunos de ellos, incluso, destacan por su capacidad para ayudarnos en la producción de diversos alimentos y bebidas como por ejemplo, el yoghurt, algunos quesos, el pan y la cerveza, entre otros. Eso sin dejar a un lado que nos ayudar también a desarrollar nuevos tipos de antibióticos o mejorar el rendimiento agrícola.
Numerosas experiencias han confirmado su potencial para usos tan variados como la producción eléctrica, el fortalecimiento de las fundaciones de edificios o la lucha contra el cáncer.
“El interés por la microbiología nunca aumentará si la dejamos sumida en la oscuridad, abandonada en manos solo de unos expertos”, sostiene Balian. “Queremos mostrar a los visitantes que todo está relacionado en la naturaleza y los microbios desempeñan un papel fundamental”.
La mayor parte del zoo, que se presenta como el primero de este tipo en el mundo, se parece a un laboratorio. Varias filas de microscopios conectados a pantallas gigantes muestran todo tipo de microorganismos. Más adelante, el visitante puede observar por una ventana un laboratorio de verdad en el que se cultivan diferentes variedades de microbios, o bien se encuentra ante un modelo gigante de virus Ébola, que está causando estragos en África del Oeste.
En la primera planta del zoológico, una pantalla gigante instalada en el techo del ascensor muestra, en un ojo agrandado al máximo, todos los organismos que viven debajo de nuestros párpados. También, es posible observar la reproducción de los microbios gracias a un microscopio 3D, especialmente concebido para el zoo, y pasar por el escáner de microbios, que indicará al visitante cuántos y dónde viven en él.
Los enamorados podrán besarse delante del “Kiss-o-Meter”, que indica cuántos microbios se intercambian durante el beso. Y si tenían curiosidad, hasta 700 especies de microbios viven en nuestra boca y 70 tipos de hongos están en nuestro talón, pero lo más impresionante es que cada humano adulto tiene alrededor de kilo y medio de microbios en el cuerpo y sin ellos, se moriría.
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