Chistes solamente para ingenieros

Una divertida recopilación de chistes que solo los ingenieros entenderán.

Esta es una recopilación de chistes sobre ingenieros que hemos encontrado en varios lugares dedicados a la ingeniería. ¿Entendiste todos? ¿Te sabes otros? ¡Compártelos en Twitter y Facebook!

Para el optimista, el vaso está medio lleno.
Para el pesimista, el vaso está medio vacío.
Para el ingeniero, el vaso es lo doble del tamaño del que debería de ser.

Un pastor, un doctor y un ingeniero estaban jugando golf una linda mañana, cuando se dieron cuenta de que adelante de ellos iba un grupo bastante lento. Decidieron preguntarle al caddy qué era lo que ocurría, a lo que el caddy les respondió: “Se trata de un grupo de bomberos que se quedaron ciegos cuando salvaban nuestro club durante un incendio, por eso siempre los dejamos jugar gratis cuando quieran”.
El grupo de tres personas se quedó en silencio por un momento. Entonces el pastor dijo: “Eso es muy triste. Rezaré por ellos esta noche”.
El doctor dijo: “Buena idea. Yo contactaré a mis amigos oftalmólogos, a ver si pueden ayudarles de alguna forma”.
El ingeniero dijo: “¿Por qué no pueden jugar de noche?”

¿Cuál es la diferencia entre los ingenieros mecánicos y los ingenieros civiles? Los ingenieros mecánicos construyen armas, los ingenieros civiles construyen blancos.

Un graduado de ciencia pregunta: “¿Por qué funciona eso?”
Un graduado de ingeniería pregunta: “¿Cómo funciona eso?”
Un graduado de contabilidad pregunta: “¿Cuánto costará eso?”
Un graduado de arte pregunta: “¿Quiere añadir papas fritas a su orden?”

Un ingeniero estaba caminando por la calle cuando de pronto escuchó una voz. Era una rana, la cual le dijo: “si me besas, me convertiré en una hermosa princesa”. El ingeniero se agachó, tomó a la rana y la metió en el bolsillo de su camisa.
Entonces la rana comenzó a llorar, diciéndole al ingeniero: “si me besas y me regresas a mi forma de princesa, me quedaré contigo durante una semana y haré CUALQUIER cosa que me pidas”. El ingeniero sonrió y siguió caminando con la rana en su bolsillo.
Finalmente, la rana le preguntó: “¿Qué pasa? Te dije que soy una hermosa princesa y que me quedaré contigo por una semana a hacer lo que tú quieras. ¿Por qué no me besas?”
El ingeniero respondió: “Mira, soy un ingeniero. No tengo tiempo para tener una novia, pero sin duda es increíble tener una rana que habla”.

Por Claudia Ocampo.