Telequinesis, ¿realmente existe?

Si has visto la película Carrie, seguramente sabrás de qué estamos hablando. Esa rara habilidad de poder mover objetos con el poder de la mente, ¿mito o realidad?

Los poderes mentales son muy misteriosos y la idea de que puedan existir ha sido fomentada por el cine y la literatura desde hace mucho tiempo. Uno de los poderes mentales más conocidos es la telequinesis, la habilidad de mover objetos con la mente. Sin embargo, el probar que realmente existe algo así es muy complicado.

Telequinesis es un término que fue utilizado por primera vez en 1890 por el psicólogo ruso investigador Alexander N. Aksakof para describir la capacidad de una persona para influir sobre la materia. Antes de ese momento, se creía que todos los actos de telequinesis eran realizados por fantasmas o seres sobrenaturales.

Pero fue recién en la década de 1940 que un científico llamado J.B. Rhine comenzó a realizar pruebas de telequinesis en individuos, por ejemplo, pidiéndoles que alteraran el resultado de los dados. Aunque los efectos no fueron lo suficientes como para probar la existencia de un poder de la mente, Rhine se convenció de que sí. Sus métodos tenían muchos errores y por lo tanto las pruebas nunca fueron concluyentes.

Al día de hoy, se trata de un fenómeno que no está reconocido por la Ciencia, por lo que queda enmarcado dentro de la llamada ‘parapsicología’. Esto se debe a que no existe un mecanismo real y científico según el cual se puedan desplazar objetos haciendo uso únicamente del poder de la mente; ni tampoco existen evidencias concretas ni reales de que alguien tenga esta capacidad de forma evidente y explicable.

A pesar de ello hay quien cree que esto es posible. Entre los principales casos de personas con supuestos poderes telequinéticos se encuentra el de la rusa Nina Kulagina (1926-1990), quien fue estudiada en vida por ser capaz de hacer levitar objetos dentro de una campana de cristal. Los numerosos científicos que la analizaron llegaron a la conclusión de que esta mujer era capaz de crear un fuerte campo electrostático en torno suyo, especialmente en situaciones de estrés físico y emocional. Así lograron explicar su capacidad para magnetizar estos objetos, aunque esta versión fue insuficiente para dar veracidad a un fenómeno como el de la telequinesis.

No obstante la ciencia, muy tímidamente, empieza a ofrecer soluciones para este antiguo anhelo parapsicológico.

Actualmente ya existen dispositivos que permiten una cierta interacción con determinados instrumentos (como por ejemplo un brazo robótico) a través de las ondas cerebrales.

También hay aplicaciones destinadas a personas con discapacidad cuya función es asistir a la pulsación de teclas, o incluso juegos comerciales como Mindflex de Mattel, el cual consiste en que el usuario levante y mueva una pelota dentro de un circuito de obstáculos, sólo y exclusivamente con el poder de su mente. La concentración es fundamental y si se pierde, la bola cae y se pierde el juego. Para llegar a controlar la bola con la mente, sólo hay que ponerse unos auriculares que llevan sensores. Gracias a la tecnología EEG, capaz de medir la actividad cerebral, es posible leer el estado de concentración de cada jugador, requisito indispensable a la hora de ser un as en este juego.

Tal vez en un futuro no muy lejano, sea posible concretar ese sueño de poder controlar y mover los objetos con la mente, valga recordar cuantos de nuestros gadgets actuales fueron originalmente solo ideas futuristas. La ciencia y la tecnología avanzan a pasos agigantados, así que prepárate y considera: ¿qué harías tú con dicha habilidad?

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