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Salud y enfermedad en el pasado mexicano

Desde el año 1950 se instituyó el Día Mundial de la Salud cada 7 de abril, como una forma de conmemorar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta institución se creó cuatro años antes en Nueva York con el objetivo de coordinar las acciones sanitarias de las Naciones Unidas; su participación internacional va desde la investigación y desarrollo hasta la implementación de políticas tendientes al mejoramiento de la sanidad y la salud en todo el mundo. La definición de salud según la OMS no implica sólo la ausencia de enfermedad, sino más bien se refiere a la existencia de un estado de bienestar integral, tanto físico como emocional y social.

La concepción contemporánea sobre la salud es producto del desarrollo científico occidental; sin embargo, desde antes de la llegada de los españoles los territorios mesoamericanos construyeron un elevado conocimiento en torno a las enfermedades, el cuerpo y sus cuidados. Es bien conocida la utilización de elementos naturales -como productos animales y hierbas- para la elaboración de tratamientos y curación de males, sin embargo con el proceso de conquista estos saberes se consideraron manifestaciones del pensamiento religioso o la hechicería, por lo que algunas prácticas curativas ancestrales fueron prohibidas y, con el paso del tiempo, olvidadas. Aun así una parte del conocimiento profundo sobre los usos medicinales de la naturaleza se conserva como un importante legado que, incluso, es altamente valorado por la ciencia alrededor de todo el mundo.

Tras el proceso de conquista española en los territorios americanos, Nueva España fue el escenario de la instalación de los primeros lugares dedicados al cuidado de la salud bajo la iniciativa del propio Hernán Cortés, quien en  1522 inauguró el hospital de la Purísima Concepción, que después cambió su nombre el “del Marqués” y en el siglo XVII por el Hospital de Jesús. Se erigió según la concepción medieval hispana, bajo el principio del cuidado de los desposeídos, por lo que era un sanatorio para pobres. En él ejercieron su cargo los primeros cirujanos de Nueva España: Diego Pedraza, Cristóbal de Ojeda y Pedro López. Este último fue designado protomédico de la Nueva España y a su llegada atendió a Juana Zúñiga, segunda esposa de Hernán Cortés. Cristóbal Ojeda, por su parte, declaró haber atendido en varias ocasiones al emperador Cuauhtémoc; y Pedraza acompañó a Cortés en sus excursiones hacia el Pánuco y el Bajío.

Salud mexico

Posteriormente se fundaron más hospitales: el de San Hipólito, dirigido a enfermos dementes en 1569 a cargo de Bernardino Álvarez; el Hospital de San Lorenzo que se inauguró en 1598 para atender el “mal de Lázaro”, es decir, la lepra;  el de Terceros, fundado por la Tercera Orden en 1756 tras la aprobación del proyecto por Fernando VI; y también el Hospital del Espíritu Santo, construido en la segunda mitad del siglo XVII por Alonso de Rodríguez Vado y su esposa Ana Zaldívar.

Aunque la práctica médica novohispana se ejerció a partir de los saberes europeos, el sincretismo cultural influyó en algunos españoles que también utilizaron las hierbas. Por ejemplo, el obispo Fray Juan de Zumárraga enviaba hierbas medicinales al convento de San Francisco e incluso las enviaba al otro lado del Atlántico; también hay registros de médicos indígenas, como Martín de la Cruz, quien escribió un tratado sobre la medicina prehispánica en náhuatl, que posteriormente se tradujo al latín y se nombró Libellus de medicinalibus indorum herbis, aunque es mejor conocido como el “Códice Badiano”.

A pesar del interés hispano y de los saberes indígenas en torno a la salud, la devastación sanitaria provocada por diversas epidemias que diezmaron a la población en los siglos XVI y XVII fue incontrolable. La viruela o hueyzáhuatl (que en náhuatl significa “granos grandes”) fue la más devastadora, pero también se sufrió de sarampión o tepitonzáhuatl (es decir “granos pequeños”) o el cocoliztli, una enfermedad que se desató en tres ocasiones y cuyos padecimientos son difíciles de identificar con alguna de las enfermedades contemporáneas.

La idea de salud contemporánea es producto de los avances científicos occidentales, pero las nociones y saberes mesoamericanos y coloniales también son parte de las prácticas sanitarias y de cuidados que, junto con la medicina, son parte de la concepción integral de salud, tal como lo estipula la OMS.

Por WikiMéxico.

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