BITÁCORA

Promueven divulgación científica para personas con discapacidad

Los Centros de Educación Ambiental, así como el Museo de Historia Natural y el Cárcamo de Dolores, recintos adscritos a la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) del gobierno de la ciudad de México, ofrecieron durante octubre diversas actividades destinadas a las personas con discapacidad (PCD), ya sean motrices, visuales o auditivas.

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Talleres de escritura braille, visitas guiadas en lengua de señas mexicana, así como dinámicas táctiles y auditivas fueron algunas de las ofertas para los visitantes en el marco del programa “Octubre, Mes Igualitario”.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Karina Villaseñor, asesora educativa en el Cárcamo de Dolores, quien imparte visitas guiadas en lengua de señas, explicó que hay muy pocos espacios para las PCD. “No son tomados en cuenta. Pueden ir a un museo pero en la mayoría no existe la información adecuada para que ellos se puedan guiar. En el caso de los sordos, aunque existan cédulas en español, la estructura a la que ellos están acostumbrados con la lengua de señas no es la misma. La información no está hecha para ellos. Aquí lo que estamos ofreciendo son espacios para que ellos puedan acceder al conocimiento”, afirmó la asesora.

En este contexto, durante octubre en el Parque Ecológico Ecoguardas ubicado en el Ajusco Medio se impartieron capacitaciones para crear huertos urbanos apoyadas con materiales en braille, táctiles, olfativos y auditivos, dirigidos a personas ciegas y débiles visuales. Por su parte, el Centro de Educación Yautlica, en Iztapalapa, llevó a cabo un taller similar pero dirigido a personas con debilidad auditiva.

Más allá del objetivo práctico de estos talleres, que incluyeron nociones básicas de botánica, el propósito final fue generar un ambiente de convivencia sin barreras, para contrarrestar la exclusión social que las personas con discapacidad sufren en el país.

Cabe destacar que en el Cárcamo de Dolores y en el Museo de Historia Natural, ya se impartían visitas guiadas en lengua de señas mexicana desde agosto. Se planea que estos recorridos se sigan ofreciendo dos veces al mes. “Actualmente, soy la única que imparte estas visitas guiadas pero acaba de integrarse al equipo una persona sorda, que ya está siendo capacitada para dar visitas a la comunidad, ya que él conoce más la lengua de señas y, debido a esto, muchas veces los visitantes prefieren que sea una persona sorda quien los guíe”, explicó la asesora.

Además se pretende que el personal del Museo de Historia Natural y el Cárcamo de Dolores aprendan la lengua de señas para atender esta franja de la población. “Realmente no es tan complicado, en menos de seis meses puedes comunicarte a nivel básico, lo complicado es dar a entender términos que para ellos aún no existen. En la lengua de señas hay conceptos bien definidos pero hay otros que necesitan crearse. Es un lenguaje que, como el oral, va creciendo y se va transformando, con sus variantes regionales e internacionales”, afirmó Villaseñor.

La experiencia de estas dinámicas, en palabras de la asesora, ha sido bien recibida por la comunidad de PCD auditiva. “Son muy unidos, muchos de ellos se conocen y van pasando la voz. Finalmente vienen con sus familias, que incluyen personas oyentes y sordas, pero todos pueden convivir porque las visitas guiadas se pueden dar para ambos, sordos u oyentes, simultáneamente, sin ningún costo extra”, concluyó.

Recinto donde la ciencia y el arte confluyen

El Cárcamo de Dolores es uno de los secretos mejor guardados del Bosque de Chapultepec. Ubicado en la Segunda Sección, este espacio resguarda el mural El agua, origen de la vida, que Diego Rivera pintó inspirado en las ideas del científico soviético Aleksandr Ivánovich Oparin. La pieza retrata el “caldo primitivo”, concepto propuesto por Oparin para explicar el origen de los primeros organismos vivos. El piso y las cuatro paredes del mural muestran la evolución de diversas especies, incluyendo el ser humano.

Rivera diseñó esta obra con el propósito de que permaneciera bajo el agua que se depositaba en el cárcamo, proveniente del sistema hidráulico Lerma-Cutzamala. Aunque se pintó con materiales que se creían resistentes al flujo pluvial, el paso del agua tuvo que ser detenido y el mural restaurado en diversas ocasiones para poder reabrir sus puertas al público en 2010. A las afueras de esta estructura se encuentra la fuente del dios Tláloc, escultura que también es autoría de Rivera.

Fuente: CONACYT.

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