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Jóvenes mexicanos obtienen quinto lugar en competencia de sumobots en Japón

Luego de participar en al menos tres competencias de sumobots a nivel internacional y obtener en dos de ellas el primer lugar, mientras que en una más quedaron segundo, un grupo de estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) viajó a finales de 2015 a Japón para concursar en el All Japan Robot-Sumo Tournament, donde obtuvieron el quinto lugar.

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Más allá de la competencia, los jóvenes Josue Beristaín, Roberto Román Hernández, Julio César González García, Gloria Orduña García y Karen Müller García, estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Electrónica (FCE) de la BUAP, consideran este tipo de eventos como una oportunidad para aplicar los conocimientos adquiridos en el aula y, a su vez, especializarse en otros que aún no han visto en la escuela.

Además de ello, expresan que perfeccionar su nivel en robótica les permitirá, en un futuro, trasladar algunas de las aplicaciones o robots que desarrollan a otros campos del conocimiento. En ese contexto, Karen Müller García charló en exclusiva con la Agencia Informativa Conacyt sobre su experiencia en la competencia de sumobots, así como de la importancia de que jóvenes mexicanos se involucren en este tipo de eventos.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Por qué es relevante participar en este tipo de eventos?

Karen Müller García (KMG): Durante estas actividades reafirmas lo que estás viendo en la escuela, por ejemplo, llevas a la práctica tus clases de programación o cómo hacer un código G para tu máquina CNC; llevas a la práctica el uso de equipo mecánico como el torno, utilizas todos los conocimientos adquiridos en clases de electrónica, y hasta de física cuando defines pesos y su relación con la aplicación de fuerza para cumplir determinadas tareas.

Participar en estas competencias en realidad te ayuda a reafirmar los conocimientos que adquieres en las aulas e incluso hay ocasiones en las que debes aplicar conocimientos que no has visto en la escuela porque no has tomado las materias necesarias. Hacerlo así permite entender el por qué de las cosas y no aprender por ‘formulazo’ (sic).

Asimismo, ir al extranjero nos brinda como jóvenes la oportunidad de conocer lo que se hace en otras partes del mundo en las mismas áreas donde nos desempeñamos o buscamos desempeñarnos, te abre el panorama. Conoces nuevas tecnologías, no te limitas a lo que ves en el país, conoces otras culturas; una experiencia internacional de este tipo es bastante enriquecedora tanto para la vida personal como la profesional.

AIC: ¿Cuál es el nivel de México respecto a otros países en materia de robótica?

KMG: Si tuviéramos que definir un sitio, posiblemente en este momento estemos en el quinto peldaño, pero lo importante es que podríamos ascender niveles porque cuando llevamos nuestras tecnologías a las competencias internacionales, los contendientes de otros países se acercan a nosotros para que les mostremos cómo logramos ciertas cosas, ya no estamos tan rezagados como sí lo estuvimos en otros momentos.

Lo único que necesitamos en esta disciplina, sobre todo cuando hablamos como estudiantes, es apoyo, porque muchas de las cosas que necesitamos son caras y es evidente que un estudiante no cuenta con recursos para adquirir tecnologías o los equipos necesarios.

Estoy segura que si contáramos con los apoyos necesarios, podríamos desarrollar mejores proyectos que los realizados en otras regiones del mundo. Realmente lo podemos hacer, pero en verdad la robótica es un área donde necesitamos más apoyo.

El torneo de sumobots

AIC: ¿Cuál es la dinámica de la competencia?

KMG: Lo primero que necesitas para poder participar en esta competencia (la más relevante a nivel mundial) es contar con invitaciones de los organizadores, las cuales obtienes participando y ganando —primero, segundo o tercer lugar— en otros torneos internacionales.

Por ejemplo, en nuestro caso, ganamos el segundo lugar en Viena, Austria; participamos también en el certamen de Colombia, donde obtuvimos el primer lugar; y, por último, competimos en Brasil, donde logramos también el primer lugar. Esos resultados nos valieron nuestro pase a Japón, donde pudimos competir con tres robots, uno por cada competencia donde ganamos.

Al llegar, nos encontramos con que había un pretorneo, donde podíamos inscribir un cuarto robot que, en caso de ganar, podría participar también en la competencia; lamentablemente no contábamos con un cuarto robot. Para el torneo, se participó en un sorteo para definir grupos, donde se llevaron a cabo rondas eliminatorias hasta avanzar a la final.

Los desarrollos tecnológicos

AIC: ¿Los robots con que participaron fueron comprados o desarrollados por ustedes?

KMG: Bueno, primero es importante reiterar que en esta ocasión llevamos tres robots: uno llamado Lancer, que es con el cual ganamos las últimas competencias; uno más denominado Elemento, que es nuestra más reciente creación, y Auditron, un robot diseñado en alianza con un equipo de Colombia y fue precisamente este robot el que nos llevó hasta el quinto puesto.

Todo el diseño del robot, tanto en la parte electrónica, mecánica como de programación, es realizado por nosotros. Desde tornear los rines, buscar los baleros, hasta soldar las piezas electrónicas, lo realizamos nosotros.

La parte mecánica, que es donde yo me involucro mas, consiste en de yo me involucro mornear los rines, buscar los bia y fue precisamente este robot el que nos llevás, consiste en llevar a cabo el control numérico del CNC y el diseño del chasís, que es toda la parte de afuera. Entretanto, Roberto se encarga de la programación, Julio diseña la tarjeta electrónica y el resto del equipo apoya en la parte mecánica.

Algo que me parece relevante mencionar es que el costo de estos robots ronda los 60 mil pesos, recursos que salen prácticamente en su totalidad de nuestros bolsillos. Obtenemos un pequeño apoyo de patrocinios, pero estos no superan los cinco mil pesos, la escuela nos apoya con los boletos de avión a las competencias; recibimos también apoyo de los organizadores del torneo para los hospedajes, pero el resto de los gastos corren por nuestra cuenta.

El potencial de la transferencia tecnológica

AIC: ¿Los robots que realizan podrían tener otro tipo de aplicaciones más allá de las competencias de sumobots?

KMG: Sí claro, básicamente lo que hacemos son robots terrestres, de movimiento terrestre y esto ya se ha aplicado en otras áreas. Por ejemplo, mi compañero Roberto Román Hernández ya trabajó en el desarrollo de un robot de ocho llantas, con una cámara con la capacidad de detectar el calor humano, cuya aplicación principal sería la exploración y búsqueda de sobrevivientes en zonas de desastres.

Este carrito puede ser utilizado para buscar sobrevivientes en zonas afectadas por terremotos. Básicamente se trata de un robot explorador en zonas de difícil acceso para los rescatistas o que puede ser utilizado para explorar aquellas zonas donde la integridad física de las personas podría ponerse en riesgo.

En mi caso, yo he utilizado la tecnología que hemos desarrollado para las competencias para obtener datos geofísicos. De igual forma, mediante un robot terrestre se exploran zonas donde las personas no tienen acceso para recopilar información geofísica.

Fuente: CONACYT.

 

 

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