BITÁCORA

Validan importancia del ácido fólico

El consumo adecuado de ácido fólico favorece el desarrollo del sistema nervioso y los procesos de aprendizaje y la memoria, aseguró la doctora en ciencias biomédicas, con especialidad en neurociencias, Norma Angélica Moy López, quien junto con la médica cirujana y partera, Karen Adriana Mokay Ramírez, desarrolla la investigación Efectos del ácido fólico sobre el neurodesarrollo de las crías.

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El ácido fólico pertenece al grupo de vitaminas del complejo B, el cual es hidrosoluble, lo cual significa que el organismo no lo puede almacenar y hay que consumirlo en la dieta diaria.

“El ácido fólico es la forma sintética de la vitamina B9 y la podemos encontrar como suplemento alimenticio, la forma natural la encontramos en los alimentos y en el organismo como folato”, explicó la doctora, quien trabaja en el Laboratorio de Neurociencias de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima (Ucol).

El folato se encuentra en la mayoría de legumbres de hoja verde y en algunos productos como la carne. “Si no tenemos una dieta balanceada, no vamos a tener el consumo adecuado de folato que requerimos para la síntesis de nucleótidos, producción de neurotransmisores y en los procesos de metilación durante toda la vida”, aseguró Moy López, quien es nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

En la actualidad se habla mucho de la deficiencia del ácido fólico, pero qué pasa cuando se consume esta vitamina de manera adecuada o en exceso, cuáles son sus beneficios en el sistema nervioso.

¿Por qué son tan importantes los folatos?

Los folatos si no se ingieren en concentraciones apropiadas durante la gestación, generan problemas en el desarrollo del sistema nervioso del bebé, tales como los defectos del cierre del tubo neural.

En el estudio Efectos del ácido fólico sobre el neurodesarrollo de las crías analizan en modelos experimentales qué sucede si se consume el ácido fólico en diferentes esquemas y cómo afecta el desarrollo del sistema nervioso, así como su correlato funcional, que sería el representativo en motricidad y en procesos cognitivos.

La especialista en neurociencias se cuestionó qué tan benéfico es y en qué periodos críticos del desarrollo es favorable consumirlo.

Para prevenir deficiencias en el cierre del tubo neural, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone un tipo de esquema de suplemento de ácido fólico, pero cada país lo modifica de acuerdo con sus necesidades nutricionales. En Estados Unidos y Europa se administra esta vitamina en la infancia y en la adultez y no solamente durante la gestación, dado que su aporte ayuda en los procesos de maduración y crecimiento.

“El uso del ácido fólico es muy amplio, pero no existe un sustento teórico claro que explique porqué es benéfico consumirlo en otras etapas que no sea la gestación, y que ayude a mejorar otros procesos neuropsicológicos”, afirmó Moy López, quien se pronunció para que la investigación que está desarrollando ayude a mejorar el uso adecuado del producto en México.

En tanto, la egresada de la carrera médico cirujano y partero de la Facultad de Medicina de la Ucol, Karen Adriana Mokay Ramírez, señaló que la OMS sugiere que una paciente sana consuma 2.8 mg de ácido fólico antes de la gestación, adicionado con hierro para prevenir anemias.

“En la vida cotidiana muchas de las mujeres no siguen este régimen, por ejemplo hay muchas que no saben que están embarazadas y en cuanto se dan cuenta comienzan a tomar el ácido fólico y continúan todo el embarazo. Mientras que otras mujeres que planean tener hijos empiezan a tomarlo antes, se embarazan y lo siguen tomando durante todo este periodo y continúan con este tratamiento durante la lactancia”, detalló la médica cirujana.

Indicó que la mayoría de las investigaciones está enfocada en el cierre del tubo neural, pero si el ácido fólico tiene una influencia sobre el desarrollo de este, también tiene alguna injerencia en el desarrollo de otras partes del cerebro.

Mokay Ramírez dijo que en la investigación aplicaron tres esquemas: corto, largo y prolongado. La gestación de una rata dura 21 días, que son tres semanas y cada semana representa un trimestre de la gestación equivalente en mujeres.

El esquema corto se administró una semana antes de la gestación y durante la primera semana de gestación; el segundo esquema, una semana antes y durante toda la gestación; y el esquema prolongado que es una semana antes, durante la gestación y el periodo de lactancia. Además dijo que tenían un grupo control con dieta balanceada para poder diferenciar los efectos de los animales que consumieron ácido fólico extra.

En dicho estudio ninguna de las crías tuvo algún defecto del cierre del tubo neural. En aprendizaje y memoria encontraron diferencias entre los cuatro grupos de estudio. “El grupo control sí aprende, sí queda su memoria consolidada, pero al momento de compararlos con los grupos de ácido fólico, el que tuvo mejor aprendizaje y mayor consolidación de la información fue el tratamiento largo, en el cual se administró el ácido fólico una semana antes y durante toda la gestación,”, expuso.

“Los tres esquemas mejoran el aprendizaje, pero solo el tratamiento largo es el que tiene diferencias significativas, presentando un aumento en la expresión de sinaptofisina y mielina en el hipocampo, proteínas necesarias para la comunicación neuronal y la velocidad de conducción, lo cual se pudo ver reflejado en una mejora en los procesos de adquisición y consolidación de la información”, señaló la doctora Norma Angélica Moy.

Puntualizó que les interesa seguir indagando los riesgos y beneficios del ácido fólico. Por ejemplo, en Estados Unidos se administra esta vitamina en infantes. “Ellos ya están identificando que sí está favoreciendo el desarrollo del sistema nervioso, pero nosotros no tenemos ese tipo de reglamentación”.

Asimismo, dijo que las personas que no consumieron o no tienen la concentración adecuada de folatos durante la infancia, en la adultez están más propensas a sufrir enfermedades neurodegenerativas como demencia senil o Alzheimer, entre otras. “Si durante las primeras etapas tienen una buena alimentación con folatos, en la adultez esta disminución de neuronas no debería ser tan drástica”, aseveró.

La investigadora señaló que el ácido fólico no solamente puede estar afectando las neuronas, sino también las células de soporte de las neuronas llamadas glía, ya que ayudan al proceso de nutrición y protección de las neuronas (astrocitos), aíslan la corriente eléctrica mielinizando los axones (oligodendrocitos) para que se pueda comunicar una neurona con otras de manera eficiente y ayudan en la eliminación de desechos (microglía), por lo que su campo de acción es muy amplio y es necesario identificar su uso potencial en otros procesos cerebrales.

Con esta investigación, la doctora en ciencias biomédicas comentó que tratan de observar la influencia del ácido fólico en todo el proceso de neurodesarrollo, no nada más durante la gestación, sino en la infancia y en la adultez.

Fuente: CONACYT.

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