BITÁCORA

Tendrá Chiapas uno de los laboratorios de cómputo más importantes de México

Todo empezó hace más de 10 años como un sueño “guajiro” de tres mexicanos que realizaban un posgrado o hacían investigación en el extranjero y que, además del amor por la física y las partículas elementales, compartían el anhelo de impulsar científica y tecnológicamente a México.

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“Cuando se está en otro país, uno ve la diferencia de recursos, yo había estudiado en la UNAM y pensaba que estaba muy bien, pero cuando fui a realizar mi doctorado a Alemania me dieron todas las facilidades y herramientas para hacer mi trabajo y decía: ‘Ojalá que tuviéramos estos equipos en México y pudiéramos hacer experimentos así'”, relató Karen Salomé Caballero, una de las principales impulsoras del Laboratorio Regional de Cómputo de Alto Desempeño (Larcad), que se construye en Chiapas.

Hace más de una década, Karen Salomé Caballero, quien en 2014 recibió el Premio L’Oréal-Unesco “La Mujer y la Ciencia”, Luis Roberto Flores, el mexicano que estuvo más cerca del descubrimiento del bosón de Higgs, y el científico Miguel Ángel Olivo se reunían vía Skype cada semana para plantear sus ideas de lo que podían hacer para mejorar su país.

Aunque al principio eran muy constantes sus reuniones virtuales, el tiempo y la creciente demanda de sus estudios o trabajos les complicó continuar con esta lluvia de ideas, pero no acabó con su intención.

Fue hasta 2014 que, con el pretexto de felicitar a Karen Salomé Caballero por obtener el Premio L’Oréal-Unesco, el doctor Luis Roberto Flores Castillo entabló comunicación de nuevo con la investigadora y retomaron sus planes de hacer algo por México.

“Luis me contactó por Facebook para felicitarme y me preguntó que si estaba en Chiapas porque él iba a venir (…) Me preguntó que si nos interesaba una donación de equipo de cómputo por parte de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), no sabía cuánto equipo nos podrían dar, pero él estaba explorando la posibilidad. Yo sentí como si me cayera un balde de agua fría, sabía que era una oportunidad de oro y dije: ‘Claro que sí queremos una donación’, porque la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) no tiene nada de eso y yo necesito mucho poder de cómputo para hacer mis investigaciones”, relató.

Le comentó a su mentor, el doctor Arnulfo Zepeda, quien es coordinador general del Centro Mesoamericano de Física Teórica (MCTP, por sus siglas en inglés), que también está dentro de las instalaciones de la Unach, y habló con el rector de la universidad, quien celebró la posibilidad de la donación y destacó que iba a apoyar todo el trámite. Fue ahí que empezó la aventura.

Una carta a los Reyes Magos

La gente de la Unach estableció contacto con los directivos del CERN, quienes al tener como referente de México el destacado trabajo de Luis Roberto Flores Castillo y Karen Salomé Caballero, solo preguntaron “¿cuánto equipo necesitan?”.

“Nos pidieron que les dijéramos cuánto equipo necesitábamos, entonces con Jorge Alberto Romo González, quien actualmente es oficial de Información y Operación del Laboratorio Regional de Cómputo de Alto Desempeño de la Unach, hicimos el cálculo de cuánto equipo necesitaríamos si estuviéramos recibiendo información del Observatorio de Rayos Gamma HAWC”.

Emocionada recordó que hacer esa lista de equipo de cómputo fue como “hacer la carta a los Reyes Magos, sabíamos que era mucho el equipo, teníamos cierto temor que no nos fueran a dar todo lo que pedíamos, porque sabíamos que las donaciones que el CERN había hecho antes eran muy inferiores”.

Pero en el cálculo que hicieron arrojaron que necesitarían 250 servidores y fue lo que pidieron con cierto temor. Sin embargo, para su sorpresa, la gente del CERN aprobó esa cantidad de equipos y ofrecieron 100 más.

“No lo podíamos creer, empezó como un sueño guajiro y ahora tendremos uno de los laboratorios más grandes de México y de América Latina, en una región que históricamente no ha tenido mucho desarrollo tecnológico”, resaltó la investigadora.

Un laboratorio de primera

Gracias a este sueño “guajiro” que tuvieron estos investigadores y el trabajo que ha realizado el grupo de mexicanos en el CERN, dicha institución europea confió en el talento mexicano y donó más de dos millones de dólares en equipo de cómputo, lo cual representa la donación más grande hecha hasta el momento por dicha organización europea.

En total, el CERN donó 362 servidores de cómputo, 26 racks, 24 switches de capa 3 de alta velocidad, explicó Jorge Alberto Romo González, oficial de Información y Operación del Laboratorio Regional de Cómputo de Alto Desempeño de la Unach.

Este laboratorio contará también con 200 servidores Dell, con dos discos de almacenamiento con capacidad de 147 gigabytes (GB) cada uno; 112 servidores Elonex, con dos discos de almacenamiento con capacidad de 160 GB cada uno; y 22 servidores E4, con 16 discos de almacenamiento de 500 GB cada uno.

Además, con 28 servidores CPI, con 24 discos de almacenamiento, cada uno con capacidad de un terabyte. En su conjunto, los 362 equipos tienen el poder de cómputo suficiente para potenciar en la región la ciencia básica y el desarrollo tecnológico.

Un laboratorio único

De acuerdo con información de la Red Mexicana de Supercómputo, existen 13 centros de cómputo de alto desempeño con un buen nivel de equipamiento y personal capacitado en México.

Dentro de esta oferta de laboratorios de supercómputo, Larcad será un esfuerzo único en su tipo y en la región, porque se basa en tres pilares de solución tecnológica como ningún otro, indicó Lizardo Valencia Palomo, profesor investigador de la Facultad de Ciencias en Física y Matemáticas, de la Unach.

“Este laboratorio resolverá una necesidad clave de conectividad para México, con un IXP que es la solución que podrá brindar resiliencia y eficiencia a buena parte del Internet nacional, empoderando las comunicaciones y la conectividad internacional hacia el sur del país”.

De esta manera, el IXP (punto de intercambio de Internet) del Larcad-Unach tendrá un importante impacto regional para Chiapas, que es una de las zonas más atrasadas en estos aspectos de México.

Asimismo, este laboratorio aprovechará su robusta infraestructura, con instalaciones certificadas únicas en la región, para ayudar a potenciar, de manera segura y con alta calidad, la región en emprendimientos de digitalización, cierre de brecha digital, empoderamiento y emprendimientos digitales para la academia, el gobierno y la industria.

Además, resolverá importantes necesidades regionales de cálculo y simulación, con una muy importante capacidad de cómputo y almacenamiento para hacer ciencia de frontera colaborativa, con su equipo de gran capacidad y calidad que tiene un amplio factor de facilidad para crecimiento y actualización.

Larcad impulsará desarrollo científico

El Larcad está concebido como herramienta para el desarrollo de la ciencia y tecnología, para ofrecer servicios al sector público y privado, manifestó Valencia Palomo, quien es miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

En cuanto a la ciencia y tecnología, los usos son muy diversos ya que en el estado de Chiapas existe comunidad académica en las áreas de física, matemáticas, biología, química, entre otros, que requieren del supercómputo para poder llevar a cabo sus trabajos de investigación.

“El Larcad ofrecerá diferentes servicios, entre estos podemos mencionar el almacenamiento de grandes volúmenes de datos, lo cual será posible gracias a los casi mil terabytes de disco duro disponibles”.

También se podrá ofrecer servicios de alojamiento de portales de servicios públicos, sistema de almacenamiento digital activo, desarrollo de sistemas web e implementación de redes para la educación, salud y gobierno.

“Actualmente existen diversos tipos de estudios científicos que necesitan cómputo de alto desempeño y que se desarrollan en las distintas instituciones de educación superior y centros de investigación en Chiapas. Algunos de estos estudios abordan temas de crucial importancia para el estado y para México, tales como la actividad volcánica, las energías renovables, estudios de poblaciones para la salud, seguridad, vivienda y comunidades sustentables, entre otros”, mencionó Valencia Palomo.

Además de potenciar el desarrollo de ciencias aplicadas en temas prioritarios para el país, este laboratorio también contribuirá al impulso de la ciencia básica, en especial de áreas como la física de altas energías, astrofísica, astropartículas, materia condensada y cosmología, entre otras, tanto en su faceta teórica como experimental.

“Se potenciarán las colaboraciones en investigación con las distintas instituciones científicas del país, como del resto del mundo, con énfasis en la región centroamericana, poniendo a Chiapas por primera vez en la lista de colaboraciones internacionales, ofreciendo resultados y sobre todo recursos de alta calidad. De esta manera, el Larcad se sumaría entonces a los distintos esfuerzos en cómputo de alto desempeño del país, cubriendo una región hasta ahora desprovista de tales capacidades”.

Impulso a la educación

Este laboratorio también podrá ofrecer servicios de mundos virtuales educativos en 3D, indicó Carolina Franco Espinosa, encargada del área de Tecnologías E-Learning y Comunicaciones del MCTP.

“Estas nuevas plataformas complementarán las áreas de Universidad Virtual y Educación a Distancia ya disponibles en la Universidad Autónoma de Chiapas. Aunado a esto, se encuentran las plataformas de e-Learning, la cual es una forma de llevar educación a poblaciones remotas”.

Con todo esto, también se busca impulsar la educación en el estado y en las zonas rurales que lo necesiten, manifestó Franco Espinosa.

Vinculación academia y empresa

Además de impulsar el desarrollo educativo, científico y tecnológico de Chiapas y de la región sur-sureste de México, este laboratorio impulsará una mayor vinculación entre la academia y la industria.

Jorge Alberto Romo González, oficial de Información y Operación del Laboratorio Regional de Cómputo de Alto Desempeño de la Unach, señaló que dada la gran cantidad de núcleos disponibles (casi tres mil) se podrá ofrecer tiempo de procesamiento para analizar grandes cantidades de datos o para realizar algún trabajo en especial.

Por ejemplo, a la industria petrolera se le puede apoyar haciendo simulaciones de extracción de crudo, que requiere de una gran cantidad de poder de cómputo. También se puede crear una industria de medios creativos en el estado, formando profesionales de la más alta calidad, con conocimientos científicos y tecnológicos en gráficos 3D, efectos especiales y animación.

“Se utilizarán las herramientas de cómputo de alto desempeño para la generación de los renders finales de arte digital de elementos de animación 2D y 3D, así como de simulaciones para enriquecer los contenidos multimedia y realidad aumentada”.

En resumen, los servicios que podrá ofrecer Larcad serán: High Performance Computing (HPC), Almacenamiento digital, Almacenamiento a demanda de los clientes, Hosting y Housing, Respaldo eléctrico, Ambientes controlados, Seguridad física, Servicios en la nube, Consultoría en tecnologías de información, Desarrollo de animaciones, Renderización, Procesamiento de datos y Simulación.

Así, este laboratorio será sostenible, ya que tiene un plan de negocios que si bien si contempla el apoyo económico por parte del sector gubernamental, se basará en sus ingresos comerciales.

¿Quiénes pueden utilizar este laboratorio?

El Larcad aún no está en funcionamiento. Actualmente, con apoyo del Fondo Mixto (Fomix) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el gobierno del estado de Chiapas, se construye su edificio.

Se espera que se encuentre en total funcionamiento en el último trimestre de este año. No obstante, de forma parcial se han armando racks con capacidades de cómputo para atender importantes proyectos internacionales en los que se tiene colaboración.

“Actualmente el equipo de cómputo se encuentra en un lugar provisional, por lo que solo se tiene disponible un número muy limitado de servidores. Por esta razón, solo tres proyectos utilizan estos servidores”.

Dichos proyectos están relacionados con la física de altas energías (experimento ALICE del LHC), astropartículas (experimentos Observatorio Pierre Auger y HAWC) y materia condensada. Pero ya una vez que esté el edifico concluido a finales de 2017, cualquier empresa, institución académica o gubernamental podrá utilizar las instalaciones o solicitar los servicios que ahí se ofrecen.

Fuente: CONACYT.

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