La doctora Martha Ileana Espejel Carbajal, profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), fue distinguida con el Premio al Mérito Ecológico 2017, en la categoría de Investigación, por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la especialista nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), manifestó su satisfacción por la distinción de la Semarnat y por recibir un premio que se centra en el impacto que han tenido sus investigaciones, más allá del ámbito académico.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cuál es la política que rige sus proyectos de investigación para ampliar sus beneficios a otros ámbitos, además del científico?
Martha Ileana Espejel Carbajal (MIEC): Es algo que llamo ecoegocentrismo, que quiere decir que el cambio del mundo está centrado en ti, si tú cambias, van cambiando todos los niveles como círculos concéntricos, pero parte de que tú cambies.
Mi lógica es que hay que partir del cambio individual y solamente así podrás cambiar el mundo, si tú cambias, puedes cambiar el mundo.
AIC: ¿Con qué proyecto cuenta actualmente en este nivel individual?
MIEC: Se llama vive tu indicador. Como profesora que soy, en la parte didáctica con los alumnos que entran a licenciatura y maestría, ellos tienen que escoger un pecado ambiental, los pecados ambientales están relacionados con los excesos y la contaminación.
El alumno escoge un pecado, primero lo reconoce y se pone una meta. El chiste de este ejercicio es que uno pueda medir en términos de sustentabilidad.
La sustentabilidad se mide con indicadores, como es tan compleja, para hacerla accesible se tiene que elegir un indicador que de alguna forma es reduccionista pero te ayuda a simplificar la complejidad.
AIC: ¿Qué resultados obtienen los estudiantes?
MIEC: Hay indicadores cuantitativos y cualitativos, pueden medir y seguir una gráfica de Excel y van midiendo pero también van escribiendo cualitativamente.
Lo hacemos en 21 días y lo seguimos por cuatro meses, pero el objetivo es que en 21 días cambien un hábito.
Esto sirve mucho porque no sabemos el impacto que tenemos en el mundo, somos ignorantes a lo que significa comprar una botella de agua o pedir una bolsa de plástico en el mercado, entonces te ayuda a estar atento de todo tu consumo.
AIC: Después del nivel individual, ¿en qué nivel se sitúan sus proyectos?
MIEC: Voy subiendo de escala y el otro proyecto es con los alumnos de licenciatura, el cambiar tu unidad académica, el campus. Ese ejercicio lo que hace es que los alumnos salen del salón de clases y preguntan a los compañeros qué quisieran cambiar en su campus.
Con ese sondeo aprenden técnicas de investigación social, a veces hacen entrevistas o encuestas pero todo empieza con un sondeo.
Esta es una educación por proyecto, entonces ellos aprenden a trabajar en equipo, a usar herramientas, aprenden a pedir, son creativos; eso genera comunidad, que quieran a su campus, que lo limpien, que siembren árboles y te enseña investigación porque el proyecto lo tienen que hacer con el método científico.
AIC: ¿Cómo se traslada su labor hacia la ciudad, fuera de la universidad?
MIEC: Tenemos un proyecto de áreas verdes y naturales en la ciudad, se busca cómo mejorar las áreas verdes y lo que hicimos fue integrar el área natural dentro de las áreas verdes.
Las áreas verdes en zonas áridas necesitan mucho mantenimiento pero las áreas naturales son el paisaje en el que la ciudad está embebida; las zonas áridas son ocres, cafés, entonces la gente tiene que aprender que está inmersa en matorrales y chaparrales costeros pero que tienen una importancia.
AIC: ¿Cómo les ha resultado esta línea de trabajo?
MIEC: Integramos la playa en el concepto de áreas verdes públicas. Logramos que en el Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Ensenada quedaran esos sitios como subcentros de servicios ambientales, eso lo logramos en equipo con la doctora Claudia Leyva, quien es también profesora e investigadora de la UABC.
AIC: A nivel estatal, ¿de qué forma ha colaborado?
MIEC: A nivel estado, hemos participado en los ordenamientos estatales, que son ordenamientos ecológicos y territoriales. Hemos hecho propuestas para que haya un crecimiento integral, es otra definición de desarrollo.
También hemos hecho ordenamientos del golfo de California, más regionales.
AIC: ¿Tiene proyectos vigentes a nivel nacional?
MIEC: Sí, a nivel nacional colaboro en un proyecto de vulnerabilidad de los municipios costeros ante el cambio climático, con diferentes escenarios.
La importancia de estos estudios es introducir la incertidumbre tanto económica como climática y plantear cuestiones que vayan buscando la sustentabilidad.
Ahí nos hemos encontrado que el indicador que siempre sale más fuerte es el cambio de uso de suelo y ese lo podemos cambiar nosotros.
AIC: ¿Usted se concentra en el estudio de los municipios del noroeste de México?
MIEC: No, el proyecto está dividido por regiones y son las que corresponden a los mares de México: Pacífico, golfo de California, Pacífico Sur, Caribe y el golfo de México.
En cada región se hacen sus escenarios del clima con todos los indicadores socioeconómicos y biofísicos y con eso hacemos los escenarios de vulnerabilidad.
El proyecto lo financia el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, llevamos dos años, se termina en agosto.
AIC: ¿Cuáles considera factores esenciales para que un proyecto de conservación promovido desde el sector académico cumpla su propósito?
MIEC: Gracias al equipo con el que trabajo hemos logrado juntar todo, desde la licenciatura en ciencias ambientales, la especialidad en gestión ambiental, la maestría en el manejo de ecosistemas y el doctorado en medio ambiente y desarrollo.
Hemos logrado ser profesores con proyectos dentro y fuera de la universidad, entonces cuando trabajas con preguntas que te demandan otros y que son de tu propio interés, puedes conjuntar, hacer cosas que sirvan con lo que tú haces.
Hemos hecho que todas las investigaciones de tesis se publiquen, entonces eso te ayuda a hacer muy buenas investigaciones y publicarlas, entonces eso que se nos ocurrió de juntar todo y hacer lo que queremos y lo que nos piden, ha sido exitoso.
Fuente: CONACYT.
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