Ciencia recreativa en el Ciatej

El concepto de ciencia recreativa busca atraer el interés de la niñez hacia las cuestiones científicas, ofreciendo al mismo tiempo una forma de entretenimiento. De esta forma, los niños y niñas dejan atrás la idea de que la labor científica es aburrida y se inspiran vocaciones.

En el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej), parte del Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), se llevó a cabo el proyecto Biotaller, ¡A conciencia!, uno de los proyectos seleccionados para recibir el apoyo del Fondo de Comunicación Pública de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación del Conacyt.

Jorge Valente García Hernández, coordinador del proyecto, mencionó que la idea de esta iniciativa viene de la gran demanda por parte de estudiantes, padres y maestros, quienes están ávidos de conocimientos científicos pero que muchas veces por cuestiones de infraestructura y tiempo, los centros de investigación no se pueden permitir realizar estas actividades.

Además se contó con la colaboración de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología del Estado de Jalisco, el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Unidad Michoacán, la empresa mexicana Colibrí 3D, la asociación civil Pequeños Emprendedores y la red temática mexicana Aprovechamiento integral sustentable y biotecnología de los agaves (Agared).

Alrededor de 750 estudiantes de entre 10 y 15 años de edad pudieron aprender sobre Biotecnología de la mano de más de 30 profesionales de las cinco líneas de investigación que se desarrollan en el Ciatej: Biología Vegetal, Biotecnología Médica y Farmacéutica, Tecnología Alimentaria, Tecnología Ambiental y Biotecnología Industrial.

“Lo que hicimos fue proponer talleres para cada una de estas líneas y cada día estaba dedicado a una de ellas, en la que se desarrollaron talleres que pudieran ser llevados por los niños en su vida cotidiana y que pudieran ayudar a solventar algunos problemas que se presentan en la sociedad”, comentó Jesús Fuentes González, coordinador del proyecto.

¿Cómo dirigirse a los niños?

Uno de los retos del proyecto se relacionó con el diseño de las lecciones pues, dados las investigaciones de Biotecnología que se llevan a cabo en el Ciatej, fue crucial encontrar una manera de que los investigadores generaran manuales y experimentos con una estructura y lenguaje claro y acorde al nivel académico de los estudiantes, sin dejar de lado que fueran llamativos para los estudiantes.

Jorge Valente García Hernández destacó que lo más importante para llamar la atención de los niños fue la creación de seis personajes, cinco de ellos representando una línea de investigación del centro y a la curiosidad. Ellos son Dan Ribo, como Biotecnología Médica y Farmacéutica; Tanino Manzano, como Tecnología Alimentaria; Flor Huerta, como Biotecnología Vegetal; Fer Fermento, como Biotecnología Industrial; Geo Aguaslimpias, como Tecnología Ambiental; y Adri, la curiosidad.

Otro aspecto importante del proyecto fue la conformación de un equipo multidisciplinario que diseñó las lecciones de los talleres, complementando los conocimientos que los niños habían obtenido en sus casas y en la escuela, de tal forma que los estudiantes conocieran la importancia de la ciencia en sus vidas cotidianas y se concientizaran sobre algunas problemáticas modernas.

“En el Ciatej las líneas de investigación responden a todas estos temas que son urgentes de atender, como la alimentación, la salud, el medio ambiente, etcétera. Los niños son la generación a la que le va a tocar enfrentarse a esto (…) la idea es que por lo menos valoren la ciencia de la vida cotidiana a partir de pequeños ejercicios “, dijo García Hernández.

Alejandra Barbachano Torres, investigadora posdoctoral del Ciatej quien además participó como tallerista en el proyecto Biotaller, habló sobre su experiencia y la respuesta positiva que se obtuvo por parte de los niños en los tres temas que se abordaron en las prácticas del área de Biotecnología Industrial: Colores, aromas y venzamos los peligros en alimentos (inocuidad).

En el primer taller, colores, se les explicó a los estudiantes cómo obtener colorantes a partir de vegetales como zanahoria y jitomate. En aromas, los talleristas llevaron a cabo una representación de la interacción entre un alcohol, un éter y una enzima, que se unen para producir un aroma, para posteriormente mostrarles algunos olores naturales. Por último, en venzamos los peligros (inocuidad), consistió en un juego en el que en un tablero, los niños y niñas utilizaban cartas para atacar peligros y avanzar.

La doctora Barbachano Torres refirió que estas actividades sirven para fomentar las vocaciones científicas en las nuevas generaciones, y además, ayudan a que los propios niños y niñas hablen con sus padres de esos temas y les enseñen que estamos rodeados de ciencia y sobre la importancia del quehacer científico, pues muchas veces la gente no sabe qué hacen los científicos.

“La sociedad opina en general muy bien de los científicos, pero esa opinión es un poco ciega porque no saben bien qué hacemos. De esta manera también la sociedad se entera de lo que estamos haciendo y los jóvenes hablan de cosas interesantes con otras personas, porque cuando lo viven lo platican mejor que cuando se los cuentan en la escuela”, resaltó la investigadora.

Adicionalmente se creó una aplicación gratuita para teléfonos inteligentes Android y iOS llamada Ciatej Biotaller, en la cual se pueden encontrar manuales con explicaciones paso a paso para realizar los experimentos de forma segura, así como también una sección de blog en donde los niños pueden plasmar su experiencia a la hora de realizar las prácticas.

Fuente: CONACYT.