BITÁCORA

Diseñan casco para eliminar piojos

Investigadores y estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) diseñaron un método con base en criogenización que combate, de manera efectiva, rápida y de bajo costo, la pediculosis capitis o infesta de piojos (Pediculus humanus) en niños.

El director de Vinculación Tecnológica de la UAQ, Juvenal Rodríguez Reséndiz, explicó que este proyecto se realizó en conjunto con la empresa Innovaciones Aplicadas en Pediatría, S.A. de C.V. y el centro especializado en eliminación de piojos y liendres, ItchyBitsi, con el apoyo del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), donde fue reconocido como caso de éxito.

“El método que desarrollamos está basado en una técnica creada por el jefe de la clínica de Innovaciones Aplicadas en Pediatría, Juan José Díaz Miranda. Sus consultorios están en Cuernavaca, Morelos; es un inventor nato, tiene varios desarrollos tecnológicos que van enfocados en cuidados de los niños y del área de la salud en general. Es un proyecto multidisciplinario que se ha planteado desde el punto de vista de la automatización, el cómputo, la informática, del diseño industrial y el área médica, que conjuntamos con la parte administrativa y financiera”.

Al respecto, el estudiante de diseño industrial de la UAQ Alejandro Bárcenas Yépez detalló que este método de criogenización consiste en un casco elaborado con fomi y un cepillo de diseño original que aplican pequeñas dosis de nitrógeno (N), y al usarlos en el cuero cabelludo de los niños es lo que mata, en tan solo segundos, los piojos y sus liendres.

“Este casco tiene forma de tiburón, al que le pusimos luces led de colores en los dientes para hacerlo más divertido para los niños. Utiliza la criogenia —como el doctor Díaz Miranda lo había experimentado—, dando dosis del gas en todo el cuero cabelludo a la vez o en zonas específicas. En el caso del cepillo, cuenta también con pequeños cartuchos de nitrógeno que sale por unos orificios que se encuentran junto a las cerdas; al momento de ir peinando al niño, penetra en el cuero cabelludo, sin dañarlo, y los piojos mueren. El gas provoca también que las liendres, que suelen adherirse al cabello, se suelten, por lo que no es necesario dar tirones al niño cuando lo peinas”.

Subrayó que las descargas de nitrógeno durante el tratamiento son de uno a 1.5 segundos, provienen de unas válvulas electrónicas conectadas a una tarjeta Bluetooth controladas con una aplicación para dispositivos móviles.

“El casco tiene cuatro entradas, en las que se pueden controlar los intervalos de aplicación en el tratamiento, de acuerdo con el criterio del especialista médico. Una estudiante de diseño industrial trabajó conmigo toda la interfaz gráfica, para que fuera más intuitiva. Por el momento ya contamos con la aplicación en Android y se está trabajando la de iOS para Apple. Otra estudiante de la maestría en diseño e innovación está colaborando para generar una norma ISO; por lo pronto, estamos en el proceso de una patente”.

La profesora investigadora de la Facultad de Ingeniería de la UAQ, Yerett Oliveri Rivera, destacó que este desarrollo tecnológico ofrece ventajas importantes, como su bajo costo, efectividad y, por la utilización del nitrógeno, no contamina ni daña la salud de los niños.

“En la actualidad, existen tratamientos químicos, como el dicloro difenil tricloroetano (DDT), para el tratamiento de la pediculosis y los tradicionales champús, pero todos ellos no eliminan la infestación de piojos en una sola aplicación y pueden resultar tóxicos para los niños. Normalmente las liendres, o ninfas, se encapsulan alrededor del cabello, por lo que no son eliminadas con estos productos o los peines, lo que genera una reincidencia en la problemática. El método propuesto por el doctor Díaz Miranda resulta mucho más económico, pues el costo del litro de nitrógeno es de 70 pesos y las aplicaciones que se dan en el tratamiento son muy pequeñas”.

El director de Vinculación Tecnológica de la UAQ sostuvo que este proyecto busca brindar soluciones a este problema de salud pública, que está presente tanto en los entornos rurales como los urbanos de todo el país, por lo que esta tecnología podría resultar muy eficaz para utilizarse en instituciones de educación básica, que son los lugares donde hay mayor incidencia de la pediculosis capitis.

“Es un proyecto de la llamada cuádruple hélice, donde trabajan con conjunto la universidad, las empresas, el gobierno y la sociedad. Tenemos algunos estudiantes trabajando en encuestas y análisis de percepción, en donde tratamos de involucrar a todas las partes. Creo que eso es lo que le ha dado el valor agregado y que el Conacyt haya considerado un apoyo de ocho millones de pesos para este año, que trabajaremos en su segunda etapa”.

El equipo de investigadores de la UAQ que colaboran en este proyecto es encabezado por el doctor Juvenal Rodríguez Reséndiz y la participación de Yerett Oliveri Rivera, Moisés Martínez Hernández, Dimas Talavera Velázquez, José Luis Avendaño Juárez y Sandra Hernández López.

Respecto a los estudiantes, colaboran Daniela Gutiérrez Gutiérrez y Alejandro Bárcenas Yépez, de diseño industrial; Denisse Silva Robles, David Villalpando Medina y Ángel Hernández González, de automatización; Dessiré Martínez Lara, de la maestría en innovación, así como Juan Piña Suárez, de arquitectura.

Fuente: CONACYT.

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