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Física médica para combatir obesidad infantil

La física médica es un área de estudio que se desarrolla dentro de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Entre los proyectos que tienen destaca el análisis de imágenes de niños entre siete y nueve años con problemas de sobrepeso y obesidad, a partir de la resonancia magnética nuclear. El objetivo de analizar estas imágenes es encontrar biomarcadores en menores de edad que puedan establecer correlaciones y posibles tratamientos entre el problema de obesidad infantil y la función cognitiva.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Benito de Celis Alonso, quien forma parte del proyecto y del Laboratorio de Física Médica de la FCFM, explicó que el objetivo es conocer a través de la comparación de imágenes de resonancia magnética las características de tres grupos de niños: normopeso, sobrepeso y obesos.

El estudio, indicó, está orientado específicamente a problemas de hígado y páncreas. A los tres grupos de niños se les realizará primero una gama de pruebas psicológicas que incluyen seis habilidades cognitivas, así como niveles de depresión.

Posteriormente, se les tomarán sus medidas antropométricas y se llevarán a cabo análisis exhaustivos de metabolitos sanguíneos (colesterol, niveles hormonales, lípidos, citocinas inflamatorias, etcétera).

Finalmente, se tomarán imágenes de resonancia magnética tanto de función cerebral como del funcionamiento del hígado, del páncreas, así como de los grados de infiltración de grasa en diversos tejidos de todo el cuerpo.

“Lo que se busca es encontrar una correlación entre todos estos parámetros, sangre, psicología, imágenes, para determinar biomarcadores con los cuales en un futuro se pueda meter a un niño al escáner o hacer una prueba en línea y ubicarlo en un grupo de riesgo para poder brindarle un tratamiento específico”, indicó Benito de Celis.

El doctor en física médica indicó que el proyecto lo integran tan solo en la parte mexicana, dos físicos médicos, dos psicólogas, dos endocrinólogos, tres médicos y tres nutriólogos, lo que permite una colaboración multidisciplinaria que dará mayor riqueza a los resultados. En lo que refiere a su trabajo, añadió que su contribución se enfoca en el análisis de imágenes que puedan vislumbrar riesgos metabólicos y cognitivos, asociados al problema de obesidad en menores de edad.

“Las pruebas se iniciaron el año pasado y la intención también es que vengan especialistas del extranjero para proporcionarnos una serie de secuencias de resonancias que permitirán que el análisis de las imágenes sea más completo. El objetivo con este proyecto es abonar con ideas que contribuyan a solucionar, de alguna forma, un problema grave como es la obesidad infantil en el país”.

El proyecto titulado Predicción del riesgo metabólico y correlaciones con la función cognitiva en niños prepubertos mexicanos, tuvo un financiamiento por más de seis millones de pesos por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y por la Newton Fund, de Gran Bretaña.

De igual forma, están coordinados con la Universidad de Westminster y el King’s College de Londres para que las pruebas equivalentes que se lleven a cabo en México, específicamente en el Hospital Infantil de México Federico Gómez, se realicen también en modelos animales (ratones) en Gran Bretaña.

Laboratorio de Física Médica

El Laboratorio de Física Médica de la BUAP está integrado por cinco investigadores, precursores de la Red de Física Médica de las redes temáticas de Conacyt, iniciada en 2015, junto con físicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“El objetivo era impulsar el área terminal de física médica (FM) en las carreras de física y física aplicada, además de que los egresados se adentraran en las diferentes áreas referentes a la FM, como son la de radiaciones, análisis de imagen y simulación”, declaró para la Agencia Informativa Conacyt el precursor de este laboratorio, el doctor Eduardo Moreno Barbosa.

“Hace tres años, un grupo de profesores decidimos orientar el trabajo al área de física médica, que contempla tres áreas en este laboratorio: física de radiaciones, simulación de Montecarlo y computacional, y análisis de imágenes y detectores de radiación, todas con aplicaciones en el área de medicina”.

Moreno Barbosa aseguró que la conformación de este laboratorio busca cubrir mediante prácticas la formación que requieren los estudiantes cuando han elegido esta área, cuyo campo de trabajo son los hospitales, industria privada dedicada al manejo de equipo de radiación ionizante y docencia e investigación.

“El área de trabajo puede ser dentro de un simulador de tomografía y cuando se tienen que hacer tratamientos contra el cáncer, ahí se necesita un físico especializado en radiaciones que pueda determinar si el sistema genera una buena imagen y así tratar a un paciente con las dosis correctas”.

Moreno Barbosa aclaró que la figura de físico médico está contemplada por el Organismo Internacional de Energía Atómica y como parte de su formación, los estudiantes de esta área necesitan tomar materias como anatomía, fisiología, medicina nuclear y análisis de imágenes de resonancia magnética, entre otras.

Fuente: CONACYT.

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