Durante el ciclo de conferencias Diálogo: políticas públicas, ciencia y ciudadanía, organizadas por el Centro de Investigación en Geografia y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo” (Centrogeo), la doctora María Elena Álvarez-Buylla Roces, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresó la necesidad de impulsar la ciencia básica para el bienestar de la sociedad.
“Se necesita de ciencia transformadora que pueda hacer cambios tecnológicos fundamentales para prevenir y resolver temas prioritarios en el país como salud, violencia, soberanía alimentaria, entre otros”, aseveró la futura directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
De acuerdo con la investigadora, México tiene treinta y seis años de historia de políticas públicas que son resultado de una ideología neoliberal, donde la vinculación de la ciencia y tecnología con la sociedad se presenta a través de entidades privadas.
En este sentido, el sector privado brinda un todavía cuestionable apoyo de 20 por ciento de su presupuesto, mientras que el Conacyt recibe aproximadamente 38 por ciento del gasto público en ciencia y tecnología, con el cual coordina las actividades de los centros públicos de investigación vinculados, entre otras organizaciones.
Retos y oportunidades
“México, que es un país pobre, ha hecho un gran esfuerzo en términos del apoyo público, dado que en México no se impulsa la ciencia y tecnología en comparación con otros países que llegan a un apoyo de 70 por ciento”, dijo.
Y citó el último reporte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que reprueba al sistema nacional de ciencia e innovación de México en prácticamente todas las variables utilizadas por la entidad para medir su desempeño, en el estudio “Perspectivas en Ciencia, Tecnología e Innovación en América Latina 2016”.
En dicho documento, la organización colocó al país en los peores niveles de capacidad para innovar y desarrollar tecnología, tanto por parte del gobierno como de empresas privadas.
Rescatar la ciencia y tecnología del país
“Ha quedado desprotegida la ciencia de frontera, a partir de ella los cambios tecnológicos son de alto impacto para la sociedad. Por esto es importante rescatar el apoyo público y de las entidades privadas, ya que la ciencia y tecnología al servicio del hombre son importantes”, expresó la investigadora.
Frente a este panorama, la futura directora del Conacyt y su equipo de trabajo han planteado a los integrantes del próximo gobierno, un esfuerzo colectivo donde la comunidad académica y entidades de desarrollo tecnológico promuevan mecanismos de solidaridad sustantiva.
Asimismo, propone apoyar el avance de la ciencia de frontera en torno a lineamientos claros en salud, ambiente, desigualdad, y que también exista una verdadera vinculación entre sector privado y secretarías.
También buscará mayor impulso y vinculación en el desarrollo industrial, así como las investigaciones por parte de comunidades rurales, ya que es un sector de la población mexicana al que se le han dado pocas oportunidades de crecimiento.
“La comunidad científica de México tiene en sus manos capacidades, tecnologías, innovaciones científicas, analíticas, que son indispensables y estratégicas para sobrepasar los retos de esta nueva etapa de gobierno desde las humanidades, la ciencia y tecnología”.
Fuente: CONACYT.
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