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Amigos de las orquídeas

Las orquídeas son plantas conocidas por su extraordinaria belleza, por lo que la difusión de su cultivo, biología y conservación son algunos de los objetivos que guían a la Asociación Mexicana de Orquideología, A.C. (AMO).

“Realizamos campañas para evitar su extinción, en especial de las especies silvestres mexicanas. Los socios fundadores tuvieron una visión futurista enfocada en el conocimiento científico”, señaló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora en ciencias Adriana Becerril Montes, actual presidenta de la asociación.

En el mundo hay más de 30 mil especies, de las cuales mil 300 están en México y más de 40 por ciento de estas son exclusivas de nuestro país. Ante su importancia como especies endémicas, la AMO organiza conferencias, exposiciones, visitas y excursiones.

Asimismo, publican con periodicidad un boletín informativo con el propósito de crear alianzas con otras agrupaciones nacionales y extranjeras afines al tema de la conservación y cultivo de las orquídeas.

“La asociación nació en 1940 a partir de un grupo llamado Amigos de las Orquídeas que realizó en Chiapas el Primer Congreso Internacional de Orquideología”, relató Octavio Ubaldo Reyes, secretario de la asociación.

Después de algunos años de inactividad, en 1966, Joaquín Ibarrola tuvo la idea de revivir la agrupación, y en 1971 renació como asociación. Fue legalmente registrada por el ingeniero Eric Hágsater.

“Empezaron a reunirse en Chapultepec y hacían pláticas con el objetivo de aprender del cultivo de las orquídeas. Estaban apoyados por la Sociedad Estadounidense de la Orquídea. Después cambiaron su sede a los Viveros de Coyoacán”, comentó la doctora Adriana Becerril.

En la actualidad, las sesiones se realizan en el Jardín Botánico del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); sin embargo, la asociación tiene diferentes secciones distribuidas en los estados de Morelos, Veracruz, Michoacán, Oaxaca y el Estado de México.

Cada sección tiene juntas mensuales donde presentan las orquídeas cultivadas por los socios. Además, ofrecen conferencias impartidas por expertos y comparten un boletín bimestral con artículos nacionales y extranjeros.

“Las reuniones tienen el fin de hablar de las orquídeas, se menciona su género, especie, localización, presencia en campo y forma de cultivo”, añadió el doctor en ciencias Eduardo Alberto Pérez García, miembro de la asociación.

Conquista de las orquídeas

En México, el cultivo de las orquídeas tiene más de 500 años, señaló el antropólogo Octavio Ubaldo Reyes. Los mexicas usaban las orquídeas en ceremonias, tratamientos medicinales y en su gastronomía.

Francisco Hernández de Toledo realizó una investigación acerca de las plantas medicinales de las tierras del nuevo continente. Junto con los sabios indígenas describió e hizo dibujar un gran conjunto de plantas desconocidas hasta entonces en Europa.

“Entre sus descripciones, destacan los primeros dibujos de cinco orquídeas mexicanas: Stanhopea, Laelia, Encyclia, Bletia y Epidendrum: Vanilla planifolia (la célebre vainilla)”, comentó.

Durante los trescientos años en que México formó parte del Imperio español, las orquídeas fueron cultivadas en varias ciudades de Iberoamérica.

Después de la guerra de Independencia, el sacerdote Pablo de la Llave y un militar llamado Juan Lexarza describieron y clasificaron gran cantidad de especies. El interés se mantuvo en la época porfiriana y aumentó en el periodo posrevolucionario.

Las principales zonas para el cultivo de orquídeas eran Uruapan y Morelia, Michoacán; Jalapa y Córdoba, Veracruz; y en la Ciudad de México en Coyoacán y Milpa Alta.

Importancia y cultivo

La AMO tiene en su estructura varios comités permanentes que son coordinados por la Junta Directiva de la asociación.

Entre ellos está el Comité de Exposiciones, Comité de Juzgamiento, Comité de Conservación, Comité Editorial, Comité de Honor y Justicia, y Comité de Proyectos Especiales. Todos dirigidos por miembros de la asociación, y entre ellos investigadores de diferentes universidades.

“El Comité de Conservación está formado por los principales científicos que trabajan orquídeas en el país”, señaló Adriana Becerril.

En cuanto a la Junta Directiva, es presidida por la doctora Adriana Becerril Montes, la acompaña como secretario Octavio Ubaldo Reyes y de tesorero el ingeniero Roberto Quijano Hernández.

Los expertos señalaron que la asociación, además de estar conformada por investigadores, cuenta, entre sus miembros, con numerosos aficionados sin formación científica, pero sí con el interés en el cultivo, reproducción y conservación de estas plantas.

Asimismo, la doctora Adriana Becerril señaló que la asociación busca apoyar a los viveristas en la parte legislativa de sus viveros, para lograr cultivar bajo el marco legislativo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

“También queremos ampliar nuestra esfera de difusión. En esos términos planeamos una exposición nacional para el otoño siguiente y también una exposición internacional más adelante”, indicó.

Valor cultural

“Es importante tomar como referencia investigaciones de propagación en orquídeas, para reproducirlas de manera fácil y eficiente, aumentando en cantidad y calidad su producción”, remarcó el doctor Eduardo Alberto Pérez.

La doctora Adriana Becerril comentó que existe el mito de que las orquídeas son caras y difíciles de cultivar.

“Nuestra perspectiva es diferente, porque nosotros, como mucha gente, tiene orquídeas por sus abuelos. Entonces tenemos un arraigo más familiar. Es la visión que queremos procurar”.

Por su parte, el doctor Eduardo Alberto Pérez explicó que las orquídeas son parte de nuestra vida, de lo cotidiano, pero al no conocerlas no las valoramos.

“No todo es consumismo, lo rápido, lo desechable. No es comprar una orquídea y tirarla cuando se seca su flor, es lo que mucha gente hace; cuando en realidad esas plantas vuelven a florecer”, concluyó.

Fuente: CONACYT.

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