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Taller de ciencia: jóvenes hacia la investigación

Una semana dedicada al estudio y práctica de la química, física, biología y matemáticas de una forma atractiva para alumnos de preparatoria, es lo que experimentan los 40 participantes que cada año asisten, procedentes de distintas partes del país, al Taller de Ciencia para Jóvenes.

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El taller es organizado desde el 2001 por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) y la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

De acuerdo con los integrantes del comité organizador, el objetivo primordial del taller es fomentar entre los jóvenes de preparatoria el interés por las ciencias exactas, de manera que se vayan forjando los próximos científicos de México.

La experimentación directa en laboratorios de las tres instituciones organizadoras y cuyos campos en Ensenada se convierten en sede de las actividades, permite a los participantes tener una visión muy cercana del trabajo que realizan los investigadores de áreas como nanotecnología, astrobiología, ecología marina, geología, óptica, entre otras.

Los organizadores reconocen que cada año es más difícil realizar la selección de los 40 estudiantes que participan, dado que el número de solicitudes va en incremento, logrando alcanzar hasta 500 peticiones de aspirantes procedentes de todas las zonas geográficas de México.

Un acercamiento a la investigación científica mexicana

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Cuauhtémoc Turrent Thompson, investigador del Departamento de Oceanografía Física del CICESE, resaltó que “el propósito del taller es acercar a las y los muchachos a una experiencia realista de cómo es que se hace ciencia en México”.

Consideró que existe una necesidad de fortalecer la divulgación de la ciencia que se desarrolla en el país, pero también es necesario generar el contacto de los jóvenes con los temas que se tratan en las diferentes áreas de la investigación científica.

Por medio del taller, también se les ofrece a los participantes un acercamiento realista de cómo se hace ciencia en México y se les deja ver los alcances que pueden tener desde la infraestructura con que cuentan algunos de los centros científicos de Ensenada.

Turrent Thompson comentó que este año participa por primera vez en el comité organizador que se hace cargo de la logística que implica recibir al grupo de estudiantes, ofrecerles clases, un catálogo de al menos 12 prácticas y un viaje al Observatorio Astronómico Nacional (OAN), localizado en la Sierra de San Pedro Mártir.

En lo que respecta a la participación del CICESE en la definición de las líneas académicas del taller, el investigador mencionó que se hace según las capacidades de los distintos laboratorios que hay en el centro.

“En el caso del CICESE, los laboratorios que participan son de acuacultura, ecología marina, y en otras ocasiones ha participado con el laboratorio de mecánica de fluidos, de geología y de óptica”, detalló.

Impacto en carreras científicas

Una vez que el Taller de Ciencia para Jóvenes alcanza el objetivo de dar a los participantes una visión realista de la ciencia en México, el siguiente propósito es despertar el interés por ingresar a carreras relacionadas con las ciencias exactas.

Claudia Leyva Aguilera, investigadora de la Facultad de Ciencias de la UABC e integrante del comité organizador del taller desde hace 11 años, refiere que hay un gran interés por lograr que los talleristas opten por seguir en el ámbito científico.

“Nos interesa mucho que estos chicos impacten en las carreras de ciencias, en general las carreras de ciencias en México no son masivas, no tenemos muchos estudiantes, entonces un objetivo del taller es promover la vocación científica”, compartió.

Estimó que el taller abre el horizonte del trabajo científico para los jóvenes, sobre todo porque visitan las instalaciones de tres instituciones en las que se hace ciencia de alta calidad.

“Yo creo que para México es sumamente importante tener una base de científicos mexicanos que conozcan las limitaciones de hacer ciencia en México pero que también conozcan que lo que se hace en México puede ser muy importante y puede alcanzar los mejores ratings a nivel internacional”, opinó la investigadora.

Visita al observatorio

Además de colaborar con trabajo de logística del Taller de Ciencia para Jóvenes, como recibir a los estudiantes foráneos y trasladarlos del aeropuerto a la ciudad de Ensenada, Claudia Leyva está a cargo de una práctica de ecología y manejo de bosques.

La práctica consiste en un recorrido interpretativo en el que se les habla a los estudiantes sobre flora, fauna y todo lo relativo al área natural protegida de la Sierra de San Pedro Mártir, lugar donde se ubica el Observatorio Astronómico Nacional.

Esta visita abarca los últimos tres días del taller, durante los cuales los alumnos cambian su estancia de la ciudad de Ensenada a la sierra, lo que les permite estar en contacto directo con la naturaleza, observando a través del lente de la ciencia.

“Es una actividad que les gusta mucho a los chicos porque caminamos, observamos, aprendemos juntos sobre el bosque, es una aportación importante que nos corresponde; hay chicos a los que les interesan más las plantas, hay otros que se interesan más por el bosque, otros por los animales”, explicó Claudia Leyva.

¿Cómo inició el taller?

Desde la perspectiva de los organizadores, el Taller de Ciencia para Jóvenes tiene una peculiaridad que lo distingue de otros talleres de ciencia que se realizan en México: abarca las cuatro materias básicas de la ciencia.

Leonardo Morales de la Garza, investigador del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (Cnyn) de la UNAM y uno de los fundadores del taller, relata que la primera edición se organizó en el 2001; este año se celebra la décimo sexta edición.

La propuesta nació de un grupo de investigadores con residencia en Ensenada, que perseguían un objetivo básico: promover las ciencias duras y la investigación entre los estudiantes de bachillerato de Baja California.

De la propuesta se generó un evento regional que contó con la participación de estudiantes de Mexicali, Tijuana y Ensenada, quienes tuvieron la oportunidad de interactuar con los investigadores y conocer su trabajo.

“Algunos participantes de la primera edición ya son investigadores en activo”, apunta Leonardo Morales, y añade que ese primer año no tenían la participación económica de las instituciones como lo tienen ahora, lo que les ha dado la capacidad de lanzar una convocatoria nacional sin que los estudiantes tengan que pagar por su viaje o su estancia.

Refiere que el comité organizador también ha ido en incremento y actualmente son alrededor de 20 personas las que participan para lograr el taller, entre académicos y personal del área administrativa.

“Es muy satisfactoria esta actividad, traer a 40 estudiantes de todo el país ha sido muy enriquecedor, sobre todo por la clase de chicos que llegan, todos son muy inteligentes, cada vez es mucho más difícil elegirlos”, finaliza el investigador.

Fotos: Karla Navarro.

Fuente: CONACYT.

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