Formará Cátedras Conacyt a investigadores de excelencia

Ni un doctorado ni un posdoctorado en donde colaboró en grandes experimentos como DØ en Fermilab y en Solenoide Compacto de Muones (CMS, por sus siglas en inglés), en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), le aseguraron un trabajo estable en México al joven investigador Iván Heredia de la Cruz.

Heredia de la Cruz a veces se desesperaba y deprimía porque quería trabajar en México, pero el país no le podía ofrecer un empleo estable y en el cual se pudiera desarrollar científicamente, pese a que ya lo había apoyado con becas —a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)— para realizar una maestría y un doctorado.

Tuvo un momento de crisis en el que ya no sabía si seguir con su pasión, con lo que le gustaba hacer —estudiar los hadrones exóticos, la materia y la antimateria— o dedicarse a otra cosa.

Justo estaba en ese dilema cuando se anunció la primera convocatoria del programa Cátedras Conacyt, que busca aprovechar ese talento que ya se formó y preparó en las mejores universidades de México y el mundo.

Captar el talento mexicano

Así como Iván Heredia, había muchos jóvenes científicos que ya habían concluido el doctorado, además de hacer uno o más posdoctorados, pero no encontraban trabajo.

En este contexto, el director general del Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, reconoció que antes del Programa Cátedras Conacyt “lo que sucedía en el país es que no había suficientes oportunidades para jóvenes investigadores”.

Lamentó que aunque estos jóvenes se habían formado en las mejores universidades de México y del mundo, no encontraban un espacio en las instituciones académicas del país, ya que “por razones administrativas complicadas no se están abriendo la cantidad de plazas que se quisieran”.

Por tal razón, cuando se planteó el programa Cátedras Conacyt, se hizo pensando en dar una oportunidad a los más destacados jóvenes investigadores. En 2014, se empezó con 574 investigadores y actualmente, a dos años de su creación, el programa cuenta con mil 74 miembros.

En este mismo sentido, Roberto Rodríguez, director del programa de Cátedras Conacyt, indicó que con esta iniciativa “los jóvenes investigadores están encontrando una oportunidad para desarrollar una carrera en la ciencia y la tecnología” en México.

Al respecto, Nallely Jiménez Mancilla, investigadora de dicho programa y adscrita al Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), señaló que Cátedras Conacyt le ha permitido trabajar para resolver uno de los problemas prioritarios del país.

“Me ha permitido comenzar mi carrera científica y trabajar para mejorar la calidad de vida de la sociedad mexicana”, manifestó la doctora en ciencias de la salud.

Un “ejército” de investigadores de alto rendimiento

Lo peculiar de este programa es que no solo ayuda a los jóvenes investigadores a encontrar una oportunidad laboral, sino que les permitirá dedicarse exclusivamente a la investigación.

“Serán otro tipo de investigadores, ya que tienen mayor capacidad de concentrarse en el trabajo de investigación, pues muchas veces los jóvenes investigadores en las instituciones tienen que llevar muchas actividades… Digamos que serán nuestros investigadores de alto rendimiento”, expresó Enrique Cabrero.

En este sentido, Iván Heredia relató que antes de ser parte de Cátedras Conacyt, laboraba como investigador en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; no obstante, 70 por ciento de su trabajo estaba enfocado en dar clases y 20 por ciento en cosas administrativas, así que solo 10 por ciento de su trabajo estaba orientado a hacer investigación.

Lo cual no le permitía tener el nivel de desempeño científico como sus colegas de otras instituciones mexicanas y extranjeras. Pero ahora que es miembro de este programa, las cosas han cambiado considerablemente.

Actualmente, 70 por ciento de su esfuerzo se enfoca en la investigación y 30 por ciento en la docencia y asesoría de estudiantes de posgrado. Evidentemente esto le ha permitido ser más eficiente y productivo en su labor científica.

Justamente lo que busca este programa es que los investigadores sean de tiempo completo o alto rendimiento, para que después se consoliden como científicos de alto nivel.

Para asegurarse de que los catedráticos sean de excelencia, el Conacyt ha puesto ciertos “candados”, como por ejemplo que no excedan el número de cursos o clases, así como que deben ser parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Además de que constantemente está evaluando su desempeño para medir no solo la producción científica que generan, sino la calidad y el impacto que esta tiene, indicó Roberto Rodríguez.

Al respecto, el doctor Juan Manuel Hernández Martínez, investigador del programa Cátedras Conacyt adscrito al Instituto Nacional de Cancerología, indicó que debido a las evaluaciones constantes que tiene el programa, los reta a ser mejores.

“Una de las ventajas del programa es que constantemente nos están evaluando y eso permite que el nivel de los investigadores no baje y que realmente contribuyamos a resolver los problemas o necesidades de la sociedad mexicana a los que nos comprometimos a resolver inicialmente”, manifestó.

Esto, subrayó, favorecerá a que en un futuro próximo los integrantes de dicho programa puedan ser líderes en la investigación de sus áreas.

Desarrollo en todo el país

Además de formar a un grupo élite de científicos, Cátedras Conacyt busca integrar a investigadores altamente calificados a todas las instituciones del país para que se dé un desarrollo científico en todo México y no solo en las grandes ciudades.

Por tal razón, entidades como Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Veracruz se encuentran entre los 10 primeros estados con mayor número de catedráticos asignados, según datos reportados por el Sistema Integrado de Información sobre Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación (SIICYT).

De acuerdo con datos de dicho sistema reportados en 2015, el primer estado con mayor cantidad de catedráticos lo encabeza la Ciudad de México, con 87; seguido de Oaxaca, con 35; Michoacán, con 32; San Luis Potosí, con 30; Yucatán, con 30; Aguascalientes, con 26; Baja California, con 25; Chiapas, con 23, y Veracruz, con 22.

Renovar la planta de investigadores

Asimismo, este programa que se puso en marcha en 2014 también contribuye, de algún modo, a renovar la planta de investigadores del país, reconoció el titular del Conacyt.

“Este es el aspecto más importante, Cátedras Conacyt está permitiendo una renovación, una ‘oxigenación’ de la comunidad científica nacional”, lo cual es importante para el desarrollo científico, tecnológico y de innovación del país, ya que entre los 30 y los 40 años de edad es la parte más creativa y productiva de los investigadores, destacó Enrique Cabrero.

Por todas estas razones, se espera que el programa crezca en los próximos años. Actualmente hay mil 76 miembros, están por incorporarse 250 más y se espera que a principios de 2018 se sumen 50 más, “la idea o el compromiso es que a finales del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto sean casi dos mil catedráticos”, destacó Enrique Cabrero.

Los primeros avances

A dos años de que comenzó este programa, aún es poco tiempo para ver resultados contundentes del impacto que ha tenido en la comunidad científica mexicana; no obstante, ya hay algunos avances visibles.

Por ejemplo, al menos tres artículos hechos por los catedráticos Conacyt ya fueron publicados en las revistas de más alto prestigio como Science, subrayó Enrique Cabrero.

“Estoy seguro que los logros en materia científica van a ser muchos gracias a estos jóvenes investigadores”, reiteró.

Si bien ya se han visto unos primeros “destellos” de lo prometedor que será este programa, enfrenta varios retos, que van desde la apropiación por parte de las instituciones académicas hasta aspectos presupuestales.

Fuente: CONACYT.