BITÁCORA

Chernóbil, 25 años de una noche que no acaba

Una cicatriz abierta

26 de abril, 1986. Una sucesión de errores humanos derivados de un experimento mal planeado y una cadena de negligencias, ocasionaron que la central nuclear de Chernóbil estallara, liberando inmediatamente 200 toneladas de material radiactivo en un radio de 50 kilómetros. El peor desastre nuclear, hasta entonces, acababa de suceder.

Foto: Elena Filatova, sobreviviente de Chernóbil

La central arrojó a la atmósfera hasta 200 toneladas de material con una radiactividad equivalente a entre 100 y 500 bombas atómicas como la que fue lanzada sobre Hiroshima. Actualmente, cerca [de] cinco millones de personas viven en territorios que quedaron contaminados por la explosión en el cuarto reactor de la central nuclear; casi la totalidad de ellos, el 85 por ciento, en zonas de baja contaminación. Incluso hay quienes residen en los llamados “lugares de exclusión”, junto a la planta, declarados por ley inhabitables. En casi todos los casos, se trata de ancianos que se negaron a ser evacuados. (Diariodecuyo.com)

La nube radiactiva

Cáncer, deformaciones óseas y mutaciones son solo algunos de los efectos ocasionados por la radiación. 25 años después del accidente de Chernóbil, aún hay afrentas genéticas que ilustran el poder de la energía nuclear sobre los organismos vivos. Tan solo las plantas siguen absorbiendo el material contaminado instalado en el subsuelo, contaminándose a sí mismas, en un ciclo de nunca acabar.

Pripiat, Ucrania, ciudad abandonada por la radiactividad

Pripiat, Ucrania, ciudad abandonada por la radiactividad

La explosión arrojó materiales a la atmósfera y disipó uranio, cesio y plutonio -entre otros elementos- a través de una larga nube que veló Europa Oriental y afectó en menor grado a Europa Occidental y a los países nórdicos.

Así luce actualmente Pripiat, Ucrania.

Así luce actualmente Pripiat, Ucrania.

Hay más de 2.000 pueblos y ciudades muertos en un radio de 250 km (155 millas) alrededor del retorcido reactor de Chernobyl. No hay forma de contar los pueblos porque muchos han sido sistematicamente demolidos por las autoridades y algunas carreteras están destruidas hoy. (Filatova Elena Vladimirovna)

No hay un consenso sobre cuándo se podría poblar nuevamente la zona de Chernóbil y Pripiat (poblado donde vivían los técnicos de la central nuclear). De acuerdo con diferentes fuentes, la radiactividad tardará en eliminarse entre 900 y 300,000 años. Otras referencias, más optimistas, comentan que “al gobierno ucraniano le gustaría ser capaz de utilizar esas tierras de nuevo, pero los científicos han calculado que el cesio tardará en desaparecer del medio ambiente entre 180 y 320 años.” (Techmez.com)

Hospital abandonado luego del estallido de Chernóbil

Hospital abandonado luego del estallido de Chernóbil

Una noche que no acaba

Del otro lado del desastre nuclear están los rostros de las personas que sufrieron por la sobre exposición a la radiación, muchos de ellos murieron en los años siguientes al desastre víctimas de cáncer o afectaciones derivadas. Otros tuvieron que aceptar el exilio, cambiar de país y reiniciar sus vidas con las secuelas de la radiactividad en su cuerpo. También hubo muchos que aún no habían nacido, pero las deformaciones en su cuerpo hablaron por sí mismas.

Mientras tanto, como medida de contención, se ha instalado un sarcófago que mantendrá en su interior el material radiactivo durante un milenio (siglos más, siglos menos). Muchos se preguntan con vergüenza si éste es el legado de nuestra generación a la posteridad.

Hoy en día Chernóbil es sinónimo de invisible muerte, días grises de sol exiguo y árboles ocres cuyas raíces se nutren de radiactividad. Hoy en día, Chernóbil es un fantasma y una herida abierta en la frente de la humanidad (y sus fracasos). Una noche que comenzó el 26 de abril de 1986 y de la cual, pese a la cesación de la memoria y la destrucción, aún no acaba. ¿En medio de esta modernidad líquida y frágil, cuántos Chernóbil más habrá?

Pripiat, Ucrania, mayo 2008.

Pripiat, Ucrania, mayo 2008.

42 comentarios

  1. Muy interesante este articulo.
    Y esperemos que no surgan nuevos Chernóbil. Buen trabajo!

  2. muy buenas noches aquí en México, me gusta mucho este articulo, hace apenas unas semana antes de que ocurriera la catástrofe de nuestros hermanos de japón, estuve leyendo y viendo documentales de esa noche cuando exploto la base nuclear de Chérnobil, me da tristeza todo lo que paso, toda la gente inocente que murió, y toda la gente que aun sufre por ese accidente, así, hoy en día, igualmente me da tristeza y miedo por lo que paso en Japón, pero me da mas miedo de imaginarme si paso algo mucho mas catastrófico que lo que paso en Chérnobil, hoy es tiempo de rezar por Japón, de rezar por la humanidad, hay que creer en dios, y pedirle que proteja a nuestros hermanos, de antemano felicidades por publicar este articulo, hay que decirle a la gente el peligro que corre al exponerse a radiación, ya que los gobernantes aveces no nos dicen la verdad.

    muchas gracias, un saludo desde Acapulco.
    Y les mando un saludo a la gente de Japón, créanme que cada noche rezo por que regrese la paz y tranquilidad allá.
    un saludo.

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