¿Es importante el salto de Felix Baumgartner?

¿Cuando pensaste ver una cápsula espacial colgando de una grúa en el desierto de Nuevo México?

Felix Baumgartner aterrizó a salvo este domingo después de romper varios récords con un salto desde el ‘filo del espacio’ exterior.

El exmilitar austriaco ascendió en una cápsula suspendida de un balón de helio. Luego abrió la escotilla, salió, y se lanzó a poco más de 39,000 metros- más alto que cualquiera que lo haya intentado antes que él- del bordo con un pequeño salto de conejo, y se encogió en posición “delta” para maximizar su aceleración.

El plan era realizar el recorrido en menos de cinco minutos, luego desplegar el paracaídas para el tramo final de casi 1,500 metros hasta la tierra.

Al aterrizar se hincó y levantó los brazos. Luego se levantó, sonrió y abrazó a los miembros de su equipo.

Tal vez no haya roto el récord de la caída libre más larga. El equipo informó durante el salto que Baumgartner no “rompió el récord de tiempo” antes de activar su paracaídas. Y su mayor velocidad estimada fue de 1,173 kilómetros por hora.

Con nada más que un traje y un casco de astronauta, y un paracaídas, Baumgartner pasó a ser la primera persona en romper la barrera del sonido sin la protección de un vehículo.

Antes de saltar, estableció un récord por permanecer en la mayor altitud conseguida por un globo aerostático, más de 39,000 metros.

Y entonces aquí viene la importancia de este acontecimiento: el intento presentó varios riesgos serios. Él y su equipo habían practicado cómo evitar quedar atrapado en un peligroso “giro horizontal”. Su vida también dependía de la integridad de su traje presurizado, debido a las temperaturas gélidas y a que la atmósfera en esa altura podía ser tan delgada que vaporizaría su sangre.

Los globos colocados en distintas alturas en el cielo para probar los vientos deben alinearse en una línea recta vertical, lo cual indicaría que todo está listo para el lanzamiento.

El martes 9 de octubre debido a una ráfaga de viento en remolino que giró el globo parcialmente inflado hasta llevarlo al extremo superior de nuestra atmósfera, hizo que se suspendiera la misión.

El clima desempeña un papel importante en esta misión:

En la Tierra, las condiciones tienen que ser muy tranquilas, vientos de menos de tres kilómetros por hora, sin precipitación ni humedad y pocas nubes.

El globo con la cápsula adjunta se moverá a por la parte baja de la atmósfera (la troposfera) donde reside nuestro clima diario. Subirá más alto que la punta del Monte Everest (8.85 kilómetros), llegando incluso a una altitud superior a la de los aviones comerciales (9.17 kilómetros) para ingresar a la estratosfera. Cuando atraviese la capa límite (llamada tropopausa), se prevé una gran cantidad de turbulencia.

El globo se eleva lentamente a la deriva hacia el borde del espacio exterior, a 120,000 pies (36.53 kilómetros). Es aquí donde El temerario Felix se desengancha y abre la puerta.

Baumgartner cayó de manera libre a una velocidad que haría que tú y yo perdiéramos el conocimiento, y ningún paracaídas tiene la garantía de funcionar a una altura superior a los 7,620 metros.

¿Pensabas que era fácil este salto? Puede que no sea la Luna, pero Kittinger cayó libremente desde los 31,333 metros en 1960, en los albores de una infame carrera espacial que capturó los corazones de muchos. Ahora Baumgartner rompió ese récord, algo que resultó monumental.

Con esto el hombre ya rompió la barrera del sonido y ahora ¿Qué falta? ¿Caminar en Marte? ¿Viajar al Centro de la Tierra? ¿Atravesar la atmósfera terrestre sin tripular una nave, en donde entrar demasiado rápido significaría quemarse y al ser muy lento se arriesga a ser expulsado de regreso al espacio?