Los humanos somos seres con memoria, transmitimos nuestros conocimientos mediante escritos, relatos, leyendas o cualquier otra forma de expresión que nos permita perdurar, desde epopeyas como “La Divina Comedia” hasta historias tan simples como la de un plomero italiano que va a rescatar a su princesa que ha sido raptada por una tortuga (en múltiples ocasiones).
Más allá de gráficos espectaculares y mecánicas de juego, el único medio capaz de hacer de los jugadores una parte del mundo ficticio, es la creación de toda una mitología dentro de un videojuego, un mundo que se puede explorar, descubrir y modificar con cada uno de los personajes que el jugador controla, un lugar en el cual el jugador se vuelve una parte fundamental. Escritores, diseñadores, ilustradores y demás creativos trabajan en universos llenos de características para que podamos formar parte de esa comunidad.
La historia siempre ha sido y será uno de los pilares sobre los cuales se basan los juegos más elaborados, ya que una buena historia nos permite internarnos en un mundo ajeno al nuestro, incluso al punto de sentirse identificado con un personaje, como ocurre en libros, películas o series.
¿Qué sería de mundos tan fantásticos como Mushroom Kingom o Hyrule , Silent Hill o Azeroth, ciudades como Rapture que cada una a su manera nos hace sumergirnos en un universo completamente distinto y del cual podemos disfrutar, si no tuviesen la profundidad con la que han sido concebidos?
El trabajo de los escritores y diseñadores es lograr enganchar al usuario, hacer que éste pierda por momentos el mundo en el que se encuentra y se sumerja en un universo fantástico que le haga sentirse a gusto, incluso que le haga sentirse el héroe (o el villano) que tiene un papel protagónico en el universo, incluso vamos desarrollando empatía por el personaje, vamos viendo su crecimiento, desarrollo o hasta su caída conforme avanzamos más y más; una historia perfectamente llevada puede hacer que la gente se mantenga jugando por el gusto de saber qué es lo que sigue, o qué es lo que sucederá con los personajes cuando termines la misión en la que te encuentras, incluso existen videojuegos en los que de cierta manera, tienes las riendas sobre lo que pasará a continuación o las riendas sobre lo que ocurre con el mundo, algo así como el conocido Black & White, que propone la difícil tarea de ser dios.
La mitología que cada videojuego crea a su alrededor es tan poderosa que puede hacer que los jugadores se sientan completamente capturados por lo que tienen a su alcance, es algo tan poderoso que puede lograr que cada vez que juegues un videojuego descubras algo completamente nuevo, o lo interpretes de manera diferente; existen juegos con una historia tan perfectamente orquestada que tienen a comunidades enteras haciendo hipótesis acerca de cada detalle que crean, a su manera, crean a su propia comunidad de seguidores que buscan desentrañar todos los misterios que los escritores han escondido para ellos, incluso existen compañías que recompensan a sus jugadores más fieles y a sus empleados más distinguidos mediante la entrega de memorabilia o reconocimientos especiales.
¿A dónde quieres viajar a continuación? Yo por mi parte seguiré visitando Runeterra, por si a alguien le apetece una partida. La próxima vez, puedes considerar viajar a cualquiera de los destinos que tienes disponibles sin siquiera salir de tu casa.
Por Cristóbal Torres del CTIN
@delebrindel
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