* Identifican en el Instituto Nacional de Psiquiatría sustancias que reducen el malestar; por el momento, las pruebas se han hecho en ratas
Expertos del Instituto Nacional de Psiquiatría (INP) “Ramón de la Fuente Muñiz” buscan soluciones al síndrome de abstinencia que aparece cuando se dejan de consumir medicamentos indicados en la depresión y la epilepsia.
Eduardo Calixto Gonzales, titular del laboratorio de Neurociencias del INP, es quien encabeza el proyecto científico, cuyo objetivo es no sólo saber qué signos y síntomas aparecen al dejar de consumir estos medicamentos, sino también de qué manera se pueden disminuir estas manifestaciones.
Para llevar a cabo el proyecto, los investigadores utilizaron un modelo de laboratorio con ratas hembra y macho, a las cuales se les suministró este tipo de fármacos por dos horas (lo que equivale a cinco meses de tratamiento en personas) para inducirles un cuadro depresivo o epiléptico.
Posteriormente, fueron monitoreados durante siete días para estudiar su comportamiento además de realizarles un encefalograma para saber si hubo algún cambio en su actividad cerebral.
Dentro de los resultados se halló que este tipo de medicamentos provocó en el cerebro de estos roedores que dejara de producir ciertos neurotransmisores (sustancias químicas que facilitan la comunicación entre las células cerebrales) y empezara a confiar en que la droga hiciera esa función, es decir, el organismo empezó a depender del medicamento para funcionar “normalmente”.
Por esa razón, dijo el investigador, cuando dejaron de suministrar, el organismo sin el medicamento y sin las sustancias naturales que ha dejado de producir durante el consumo de la droga, sufrió alteraciones, que son conocidas como síndrome de abstinencia.
En el caso de la conducta se presentó mayor ansiedad e irritabilidad, además de presentar un cambio en su actividad sexual. El doctor Calixto González refirió que estos fenómenos se presentaron de manera diferente entre género, ya que en caso de los machos se observó que se volvieron más activos pero bajó su actividad sexual, mientras que en las hembras se incrementó y tuvieron mayor depresión.
Otras pruebas que se hicieron fueron con ratas que estaban preñadas, a las cuales también se les administró este tipo de medicamentos antidepresivos y después de parir se estudiaron las crías.
Los resultados fueron que la huella de adicción de la madre impacto en las generaciones futuras haciéndolas más propensas a generar cierto tipo de adicción a la cocaína o medicamentos antidepresivos.
Por ahora, los investigadores siguen trabajando con este modelo, con el fin de encontrar fármacos alternos que no provoquen tantos efectos secundarios y que al mismo tiempo continúen con la misma efectividad para controlar estos padecimientos.
El especialista en neurociencias adelantó que el proyecto sigue en etapa experimental; sin embargo, dijo que estos hallazgos pueden ayudar a entender mejor a los pacientes que sufren depresión o epilepsia, así como saber bien en que momento y de qué manera suministrarles los medicamentos.
Por Agencia ID.
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