Procesadores muy, muy pequeños

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En la Universidad de Stanford, investigadores y científicos lograron construir la primer computadora funcional de nanotubos de carbón, en respuesta a un problema que han tenido los fabricantes de procesadores: que las técnicas de fabricación ya no permitan nuevas estructuras.

El actual método de fabricación limita todo el poder de la computadora a un solo chip, por lo que el potencial de mejores y más veloces computadoras se encuentra en la técnica que desarrollan en Stanford, al emplear nanotubos de carbón para construir un procesador. Sin embargo, aún es bastante pequeño (en cuanto a capacidad): está hecho con 178 transistores de nanotubos de carbón, que procesan la información a 1kHz, es decir, cerca de un millón de veces más lento que los procesadores de smartphones actuales.

El proyecto se llama ONIC (Systems On Nanoscale Information fabriCs Center), y su líder Naresh Shanbhag comenta que esta es la primera vez que alguien haya sido capaz de ensamblar una computadora completamente funcional basada en cualquier tecnología posterior a CMOS.

Los nanotubos de carbón no son nuevos, ya existen desde 1998, pero han sido difíciles de producir a gran escala debido a su estructura, que tiende a fallar fácilmente. Por eso, los investigadores en Stanford resolvieron el problema con una técnica llamada “diseño inmune a la imperfección”, que consiste en conducir energía eléctrica por medio de un circuito de nanotubos para vaporizar los que no sirven. Con ello se garantiza que los circuitos funcionarán sin importar la falla que presenten los nanotubos.

Seguramente estamos bastante lejos de que un procesador hecho con nanontubos pueda alcanzar la capacidad de los procesadores actuales más poderosos, pero como muchas investigaciones, esto representa el primer paso de un gran camino que ofrecerá grandes cambios tecnológicos.

Link: Universidad de Stanford.

Por Claudia Ocampo.