Rosalío Galván Martínez, ingeniero en Control y Computación por la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) y coordinador del área eléctrica-electrónica del Grupo Embotellador Nayar —concesionaria en Nayarit de la compañía Coca-Cola—, motivado por una convocatoria interna de proyectos innovadores, encabezó un grupo de profesionales que perfeccionó con gran éxito el diseño de Sincrojet, un equipo esencial para el embotellado de refrescos.
“Es un equipo que ya usábamos en planta, que inyecta carbonato y agua a las botellas retornables para que reaccionen los contaminantes. Anteriormente teníamos un sistema con electrónica muy obsoleta que fallaba constantemente, además de que las refacciones eran muy caras y solamente el mismo fabricante las vendía y proporcionaba el servicio de mantenimiento, de manera que tenía el control absoluto del equipo”, relató.
Este trabajo, ejemplo de la creatividad y talento de ingenieros mexicanos, mereció el primer lugar como proyecto de innovación dentro de Coca-Cola México en 2015. Ahora, plantas embotelladoras de Colima, Sonora, Hermosillo, Tabasco y Estado de México han visitado Nayarit con el propósito de conocer la innovación, que reduce significativamente los costos de mantenimiento y reparación.
Ingeniería mexicana
El equipo para el embotellado de botellas retornables, en esta fase, consta de tres estaciones, cada una inyecta cuatro mililitros de carbonato y agua para detectar los contaminantes y descartar los envases que significarían un riesgo para la salud de los consumidores. “Diariamente en un turno de quince horas este módulo inyecta más de cien mil botellas, las fallas que presentaba hacían que la producción se colapsara, pues ninguna botella puede pasar al llenado si no tiene esa inyección”, explicó Galván Martínez.
Durante seis meses, un equipo conformado por siete profesionales en distintas especialidades de electrónica trabajó en sus espacios libres dentro de su jornada laboral para diseñar la nueva ingeniería de Sincrojet. Los ingenieros emplearon computadoras Programmable Logic Controller (PLC) serie 1000, diseñadas especialmente para automatizar procesos electromecánicos en la industria, y un software RSLogix 5000.
La inversión para adquirir un nuevo equipo del fabricante estadounidense ascendía a los 4.5 millones de pesos, con la desventaja de que el sistema ofrecido no incorporaba actualizaciones tecnológicas significativas. Además, cada año la compañía nayarita debía adquirir dos tarjetas electrónicas, al mismo fabricante, lo que agregaba un gasto de 800 mil pesos.
Con la innovación de los ingenieros mexicanos, la empresa invirtió menos de cien mil pesos, y el gasto en refacciones ascenderá a cinco mil pesos anuales, en promedio.
Francisco Alejandro Rubio Becerra, jefe de mantenimiento industrial en Grupo Embotellador Nayar, afirmó que fomentar y apoyar las propuestas de los empleados que tienen a su cargo equipos y máquinas es la mejor apuesta que pueden realizar las empresas. La innovación de Rosalío Galván Martínez y su equipo es el mejor ejemplo, que redituará en una mayor productividad y fortalecerá los parámetros de calidad de la empresa.
Fuente: CONACYT.
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