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Universitarios chiapanecos diseñan app para aprender tseltal

La tecnología se ha convertido en una herramienta utilizada para diversos aprendizajes, entre ellos las lenguas originarias de México. Mario Fernando Hernández Cruz y José Alfredo López Gómez son estudiantes del séptimo semestre de la licenciatura en lengua y cultura de la Universidad Intercultural de Chiapas (Unich) que trabajan en el desarrollo de una aplicación (app) para dispositivos móviles a través de la que se pueda aprender la lengua tseltal.

Mario Fernando Hernández Cruz es originario del Ejido Pedernal, municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, hablante de tsotsil, y José Alfredo López Gómez, originario del Ejido Tomás Munzer, Ocosingo, Chiapas, es hablante del tseltal; ambos hablantes de dos de las lenguas mayenses de Chiapas.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), para 2010 las lenguas indígenas más habladas en Chiapas eran tseltal, con 461 mil 236 hablantes, luego tsotsil con 417 mil 462 hablantes, le sigue ch’ol con 191 mil 947 y en cuarto lugar el zoque con 53 mil 839 hablantes.

El objetivo de este proyecto, indicó José Alfredo López, es divulgar esta lengua para que pueda ser preservada en las nuevas generaciones. Ellos, aunque pertenecen a un pueblo indígena, no hablan como sus padres o abuelos; entre los factores por los que se pierde hablar estas lenguas está que muchas personas optan por salir de su comunidad en busca de oportunidades de trabajo y que en las escuelas no se fomenta el aprendizaje de su lengua indígena, refirió.

“Difundir la lengua tseltal a través de la aplicación móvil, y que se pueda rescatar, difundir y que muchas personas conozcan la lengua tseltal y las lenguas indígenas de Chiapas”, es el propósito —enfatizó José Alfredo López— para que no quede solo en el aprendizaje de la lengua tseltal sino que se pueda replicar esa aplicación con varias lenguas indígenas que hay en Chiapas.

Mario Fernando Hernández comentó que en su caso tiene gusto por la tecnología y en la universidad, como se estudian las lenguas originarias, quisieron hacer algo creativo para un buen fin de la institución.

El diseño de la app es su proyecto de titulación en la modalidad de Producción de material didáctico, de difusión y/o divulgación en el que actualmente trabajan. Consiste en una aplicación móvil para que la juventud de la Unich, hablantes o no hablantes de la lengua tseltal, tengan esa herramienta tecnológica para aprender o interactuar más con la lengua a través de esta aplicación, buscan también que en un futuro se pueda viralizar y muchas personas puedan aprender la lengua tseltal, señaló José Alfredo.

¿Cómo surgió la idea de este proyecto?

Mario Fernando explicó que en la carrera de lengua y cultura existe la materia de lenguas originarias, a partir de sus clases se percataron de la importancia de usar material didáctico interactivo para el aprendizaje, más allá de solo la escritura.

José Alfredo expresó que la juventud en la actualidad tiene más práctica de usar el celular, por lo que optaron por retomar elementos de la cultura y hacer uso de la tecnología para que la juventud se interese en aprender una lengua indígena con más facilidad.

La aplicación en la que trabajan tendrá audios, imágenes, diferentes dinámicas, que desarrollan de manera lúdica los contenidos a través de juegos. De tal manera que la persona usuaria interactúe a través del celular y a la vez aprenda.

Los entrevistados dijeron que la aplicación se podrá usar a través de sistema operativo móvil Android, así como iOS, para que quien se interese pueda descargar de la plataforma la aplicación e interactuar con ella.

Señalaron que el proyecto está en una fase beta, en prueba, solo para aplicar en un celular y ya tiene las funcionalidades con contenidos como vocabulario del abecedario, animales, verbos. Al respecto, José Alfredo comentó que en una de las dinámicas hay una versión beta que está casi finalizada, es el juego del ahorcado, consiste en que el usuario al momento que ya tenga adquiridos algunos vocablos o verbos en tseltal pueda aplicarlos en el juego.

“Estamos comenzando con el proyecto, faltan detalles como la creación del logotipo que representa la cultura tseltal, las grabaciones de audios donde se incorpore­ participación de alumnos que quieran participar en la aplicación”, mencionó José Alfredo.

Retos en el trabajo

Como en todo proyecto, hay retos que solventar, al respecto, Mario Fernando destacó que uno de los principales desafíos que han tenido es que su formación no es en programación ni diseño, requieren docentes que les puedan brindar herramientas en programación o tecnologías.

José Alfredo señaló que un factor clave es que ellos no son especialistas en programación, ni en el uso de estos lenguajes tecnológicos, ambos estudiantes tienen conocimientos básicos y con esto han ido trabajando, están en la búsqueda de colaboración con una institución o un asesor para definir algunos aspectos sobre el desarrollo de la base de datos de usuarios e información.

Otro de los retos es que aunque son hablantes de lenguas originarias, también están en la búsqueda de docentes de lenguas originarias que los puedan guiar para que su proyecto pueda tener contenidos claros, ya que ellos se están basando en fuentes bibliográficas y requieren una aportación gramatical correcta.

Aportes al campo de estudio de las lenguas originarias

En este trabajo que realizan los jóvenes estudiantes, investigadores como el doctor Miguel Sánchez Álvarez, profesor de la Unich, hablante de la lengua tsotsil, integrante nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y especialista en el tema, ve con optimismo la creación de esta aplicación, como una herramienta tecnológica importante, sobre todo ante el panorama que viven las lenguas originarias en México.

“En nuestro país se vive una situación de las lenguas originarias, yo la veo crítica, a nivel nacional y a nivel mundial, las lenguas indígenas, buena parte, están en peligro de extinción, por más que la población indígena ha crecido, su población hablante ha disminuido. Es decir, hay población indígena pero ya no habla su lengua, ya no transmite a la cabalidad su cultura. Hay lenguas que están en riesgo total, una de ellas es el lacandón, el mochó, el kakchikel, aquí en Chiapas”.

El autor de Nuevo Huixtán. Historia y dinámica social, así como de diversos capítulos de libros y artículos, señaló que ante esta situación es importante que los medios de comunicación difundan, promuevan las lenguas para fortalecerlas, tanto para hablantes y no hablantes, y que sea un acceso, un medio para este fin y no como un negocio.

“Eso es un trabajo que va a fortalecer, ayudar a nuevas generaciones de estudiantes y profesionistas; la herramienta tecnológica hay que utilizarla y alimentarla con enfoque epistemológico. Es decir, creamos no solo conceptos, palabras, crear un contenido en esencia, tecnología con nuevos saberes, con nuevos conocimientos”.

Enfatizó que si bien el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) realiza su trabajo institucional para fortalecer las culturas, las lenguas, su impacto ha sido muy poco.

“Ojalá que esa aplicación que van a trabajar los jóvenes sea el inicio de un trabajo que venga a fortalecer mucho las lenguas originarias y que sean los propios hablantes, los que creen y alimenten el software, que tengan lo suficiente de información, no solamente para preservar la lengua sino también para la enseñanza y compartir esta riqueza nacional que tenemos”.

Para el especialista, urge que las universidades, preparatorias, secundarias, implementen la enseñanza de la educación, sobre todo las universidades interculturales, que promuevan investigaciones pero más acción aplicada para la enseñanza de las lenguas originarias.

Mencionó que en la universidad intercultural se ha hecho, desde 2010 a 2012, un esfuerzo de estandarizar la enseñanza de las lenguas originarias, se diseñaron programas, manuales y vocabularios, se normalizaron ocho lenguas de Chiapas: tsotsil, tseltal, ch’ol, tojol-ab’al, mam, kakchikel, mochó y zoque; sin embargo, se requiere de más acciones para promover y fortalecer las lenguas nacionales.

“El secreto está en que todos nos interesemos, todos hablemos, promovamos las lenguas nacionales, las practiquemos nosotros mismos los hablantes. Por más que se crean medios, espacios, si la gente no le interesa hablar, promover su propia lengua, de nada sirve en ese sentido”, finalizó.

Fuente: CONACYT.

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