México se encuentra entre los cuatro países con mayor potencial de energía geotérmica, y ahora un grupo de científicos del país desarrollan métodos para mejorar el conocimiento que posibilite la generación de energía.
La entidad produce alrededor de 958 megawatts de energía geotérmica, lo que equivale al siete por ciento de la producción mundial en este rubro. Además el costo de un yacimiento de este tipo oscila entre dos y cinco millones de dólares por cada megawatt producido, por eso la importancia de conocer el potencial y los sitios adecuados para invertir en un pozo de exploración.
Uno de los investigadores inmersos en la búsqueda de métodos y técnicas que potencialicen la energía geotérmica es el doctor en energía térmica, Edgar Santoyo Gutiérrez del Instituto de Energía Renovables (IER), Campus Morelos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y explicó que la energía geotérmica es el calor que se encuentra almacenado en el fondo de la tierra y puede extraerse por medio de pozos perforados.
El científico desarrolla técnicas de recuperación mejoradas en geoquímica para conocer con precisión la temperatura y procesos que existen en el fondo de la Tierra y evaluar su probable capacidad de generar electricidad.
Actualmente, el Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica (CeMIE-Geo) y la UNAM trabajan en conjunto para crear metodologías y establecer alianzas entre industria y academia. A partir de esta colaboración se ha logrado calibrar nuevos instrumentos y explorar sistemas geotérmicos de roca seca caliente, entre los cuales destaca la zona geotérmica promisoria de Acoculco, en Puebla.
Santoyo Gutiérrez y su equipo de trabajo realizan estudios de geoquímica que integran diversas disciplinas, como geofísica, geología y geoquímica, necesarias para determinar el potencial de un yacimiento, evaluar las características, perforar el pozo y crear electricidad o calor.
Existen dos tipos de sistemas geotérmicos, los hidrotermales, caracterizados por una fuente primaria de calor y fluidos calientes almacenados en el fondo de la Tierra, que al migrar a la superficie de forma natural pueden manifestarse como fumarolas, geiseres, suelos hirvientes o un volcán en erupción.
Otros son los sistemas de roca seca caliente que únicamente cuentan con una fuente primaria de calor que se caracterizan por contar sólo con fuentes primarias de muy alta temperatura y no disponen de acuíferos o fluidos, porque el agua de ríos o lluvia no se filtra ni acumula, pero son una fuente primaria de calor, en los cuales se centra la investigación.
Cabe señalar que en el país la Comisión Federal de Electricidad es la institución encargada de explorar y explotar los campos geotérmicos para la generación de electricidad.
En el laboratorio se calibran instrumentos para medir la composición química del fluido geotérmico y emisiones de gases como el dióxido de carbono, metano y sulfhídrico, que determinen el origen probable de los fluidos, los cuáles pueden ser geotérmicos, biogénicos o antropogénicos (generado por el hombre).
También se busca nueva infraestructura en recursos humanos. En este sentido, el investigador de la UNAM refiere que “México es un país rico en energías renovables, en especial en recursos geotérmicos, y demanda especialistas en las diferentes áreas para realizar investigación básica y aplicada que conduzca a una mayor innovación, generación de productos y procesos de energía más sustentables”.
Fuente: Agencia ID.
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